El exgobernante peruano Ollanta Humala (2011-2016) afirmó este lunes 19 de noviembre, en una carta pública dirigida al presidente de Uruguay, Tabaré Vásquez, que Alan García no es un perseguido político, tal como argumenta este en el pedido de asilo que ha presentado al Gobierno de ese país.
«Debo señalar de manera contundente, que no existe ni ha existido en el país, ningún tipo de persecución política contra el exmandatario aprista«, remarcó Humala en la misiva, que publicó en su cuenta oficial en Twitter.
Agregó que «no es por alguna intervención del Gobierno» del actual presidente Martín Vizcarra «que Alan García está siendo investigado por la Fiscalía, sino más bien, por la aparición de información documentada por grupos de investigación periodística» de presuntos sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
Humala aseguró que «es cierto» que en Perú «se abusa de la aplicación de prisiones preventivas» y recordó que él mismo fue enviado a prisión durante 9 meses junto a su esposa Nadine Heredia.
Remarcó que, a pesar «de la gravedad de los hechos» que se le imputan, «Alan García no ha sido puesto a disposición de la justicia en la figura de una prisión preventiva» y, más bien, «está sujeto a una medida menos gravosa», con una orden de impedimento de salida del país durante 18 meses.
En ese sentido, Humala le aseguró a Vásquez que la persecución política «claro que existe» en su país, pero «no la ejecuta este Gobierno contra Alan García, sino el propio Alan García contra sus opositores».
Se declaró, en ese sentido, víctima de esa persecución de García desde que se enfrentó a él en las elecciones presidenciales de 2006 y recordó que el exmandatario aprista no ha sido juzgado por ninguna de las acusaciones de presunta corrupción que se le hicieron tras su primer gobierno (1985-1990).
«El sistema de justicia tiene errores, pero el expresidente aprista no puede aducirlos para argumentar persecución» enfatizó antes de agregar que «es un golpe para los ciudadanos peruanos que hoy él pretenda volver a evitar el rigor de la justicia, amparándose en la hermandad internacional«.
Al concluir, Humala le señaló al gobernante uruguayo que le ha escrito la misiva «a fin de que pueda tomar una decisión basada en hechos objetivos… además de hacerse una idea más fidedigna, sobre de quién estamos hablando».
Alan García ingresó en la noche del sábado a la residencia del embajador de Uruguay en Lima para solicitar asilo, apenas horas después de que aceptase de buena forma la prohibición de un juez de no salir de Perú por 18 meses.
El exgobernante llegó a Perú el jueves procedente de España, donde reside, para declarar ante la Fiscalía por la investigación sobre los sobornos en la construcción, durante su segundo gobierno (2006-2011), de la Línea 1 del Metro de Lima por parte de Odebrecht.
A su llegada a Perú, la Fiscalía solicitó que se le impidiera la salida del país, tras ampliar las investigaciones en contra del exmandatario por los delitos de colusión agravada y lavado de activos, lo que García calificó de «persecución política».
El Gobierno peruano anunció que este martes entregará los argumentos formales para que Uruguay rechace el pedido de asilo, en tanto crece la indignación entre los peruanos por la medida adoptada por el dos veces mandatario.
El presidente Vizcarra informó que el domingo habló con Tabaré Vázquez para comentarle la importancia que tiene la investigación abierta contra García en la lucha contra la corrupción en Perú y rechazar que se trate de una persecución política. (I)