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Son varios los motivos por los que el Hyundai Tucson se ha convertido en un superventas, pero es innegable que el diseño exterior, el interior completamente digitalizado y su amplia gama mecánica son los pilares de su éxito.

Consciente de ello, Hyundai ha seguido la misma fórmula con la segunda generación del Hyundai Kona, aunque la ha mejorado añadiendo algunos ingredientes de sus últimos lanzamientos: el IONIQ 5 y el Staria.

Deja de ser un SUV urbano, pero no es un SUV compacto

Han pasado casi seis años desde que llegó el Hyundai Kona, un SUV urbano de 4,16 metros de largo que no ha perdido fuelle a lo largo de todos estos años y sigue siendo uno de los modelos más vendidos de Hyundai. Tanto es así, que la marca coreana ha decidido darle más protagonismo con su segunda generación.

¿Cómo? Ampliando sus cotas para jugar en las mismas condiciones que el Hyundai i30 y el resto de compactos que están en horas bajas frente a los SUV. Y es que el nuevo Kona crece hasta los 4,35 metros de largo, es 25 mm más ancho que su predecesor y aumenta en 60 mm su distancia entre ejes para ofrecer más espacio interior

Es lo suficiente para quedarse entre dos mundos, distanciándose del Hyundai Bayon sin pisar los talones a su hermano mayor, el Hyundai Tucson, aunque es inevitable pensar que el gran perjudicado será el Hyundai i30.

Ahora que el SUV urbano (la marca se refiere al nuevo Kona como SUV subcompacto) es más grande, el futuro del compacto está más en el aire que nunca.

Y es que Hyundai apuesta muy fuerte por el nuevo Kona y ya ha confirmado que llegará con un catálogo de motores tan amplio como el del modelo actual, con versiones completamente eléctricas e híbridas.

Sorprendentemente, tampoco faltarán las mecánicas de combustión convencionales y también habrá una variante N Line de corte deportivo que anticipa el más que probable lanzamiento del siguiente Kona N, que estaría llamado a ocupar definitivamente el hueco del i30 N, si es que el compacto desaparece.

Todavía hay que esperar unas semanas para conocer los detalles de todas las motorizaciones, pero el nuevo Hyundai Kona ya ha mostrado su diseño exterior y las líneas maestras del interior.

Hyundai se ha esforzado en diferenciar estéticamente todas las versiones del Kona, por lo que el eléctrico tiene un aspecto exclusivo con detalles inspirados en el lenguaje de diseño del IONIQ 5.

Es el caso de los píxeles del frontal y el paragolpes trasero, las llantas de aleación de 19 pulgadas y opciones de personalización exclusivas, como la posibilidad de pintar el techo y los retrovisores en negro.

Los Kona térmicos e hibridos comparten diseño y el N Line se distingue de todos los demás por su aspecto más agresivo, gracias a elementos como la doble salida de escape, el faldón lateral plateado o un alerón con forma de ala que recuerda al que utiliza el MG 4 Electric.

Por dentro, el nuevo Kona recuerda Tucson, incluido el sistema de doble pantalla y el diseño de la consola central. La mayor novedad tiene que ver con la palanca del cambio, que ahora está situada detrás del volante, pero no como en los Mercedes-Benz, sino con una palanca adicional colocada debajo de la de los limpias.

De esta forma la consola central queda más limpia y hay sitio para dejar objetos y para los mandos físicos del climatizador y el multimedia, que no desaparecen, a pesar de la doble pantalla.