Cinco días después de la operación estadounidense que terminó con su vida, el grupo extremista Estado Islámico (EI) confirmó la muerte de su líder, Abu Bakr al Bagdadi, en la localidad siria Barishaa.

El mensaje se difundió a través de Al Furqan, el brazo mediático de la organización yihadista que hasta ahora distribuía los discursos y las pruebas de vida del autoproclamado califa y de la cúpula del grupo.

El mensaje anuncia, también, el nombre del nuevo califa: Abu Ibrahim al Hashimi al Qurayshi. El flamante portavoz insta a los simpatizantes del grupo a jurar lealtad al sucesor de Al Bagdadi y amenaza con ataques para vengar su muerte. “No te alegres por la muerte del jeque Al Bagdadi”, pide a los estadounidenses.

Al Hashimi hereda una organización que, tras surgir del grupo terrorista Al Qaeda, Al Bagdadi expandió fuera de las fronteras de Siria e Irak. (I)