La vida después de la danza implica una parada drástica, tanto física y emocional, para los bailarines. En muchos casos estos artistas han sido bastante atléticos y cargan con secuelas físicas que pueden ser prevenidas.
El kinesiólogo francés Olivier Pascaliny la maestra argentina Lucila Moro, exbailarines profesionales, unieron sus conocimientos hace seis años para enseñar sobre conciencia corporal y atender lesiones que sufren los bailarines a lo largo de su carrera.
“Si te lanzas a la prevención de tus alumnos nadie se va a lesionar, lógicamente. Si hay muchos lesionados, es que hay un problema no solo de lesión sino de enseñanza”, sostiene Pascalin, destacado como el primer bailarín más joven de la ópera de París en su época.
La filosofía del traumatólogo no se centra en métodos sino en cómo trabajar el músculo, como lo señala en su libro Bailar conociendo tu cuerpo.
A partir de pautas y consejos los especialistas enseñan cómo respirar correctamente, cómo debe ser la posición de la columna, brazos y otros.
Por su parte, Lucila Moro lanzó su obra El tren de mi vida por vivir, que plantea el arte para aplicarla en el cuidado del adulto mayor y personas con capacidades diferentes.
Su libro es un resumen de 40 años de investigaciones sobre aquellos que dedicaron su vida al arte o al deporte de alto nivel, perosin proyección de vida en el futuro.
“Hemos tenido la suerte de viajar por diferentes continentes, por Europa y América, con esta nueva impronta que le queremos dar a la danza a través de los cuidados del cuerpo”, dice la escritora, quien junto a Pascalin atienden en forma personalizada a los talleristas.
Coreografía, actuación dancística, ballet clásicoy contemporáneo son los talleres que imparten en el Studio Dancers (Alborada quinta etapa, Mz DF, villa # 7), a varias academias de danza de Guayaquil.
El jueves 29 de noviembre darán una clase magistraldeaprendizaje sobre el cuerpo y la manera sana de tratarlo para no lesionarlo. (I)