En medio del dolor se cancelan altas sumas por las sepulturas en Guayaquil
Encontrar un espacio para enterrar a algún familiar fallecido en los últimos días se ha vuelto una tarea agobiante, difícil, dolorosa para cientos de guayaquileños.
Agolpados en los exteriores de diversos camposantos, decenas esperan turnos para poderlos sepultar. Algunos llevan más de tres días tratando de conseguir un cupo.
En las salas de velación de la Junta de Beneficencia de Guayaquil diariamente se ubican más de 300 personas tratando de alcanzar un tique para pagar una bóveda o realizar la exhumación de un cuerpo.
José Intriago perdió a su madre la semana pasada por complicaciones cardiacas. Luego de realizar los trámites respectivos en el hospital para poder sacar el cadáver, acudió a la Junta para buscar un espacio donde enterrar sus restos.
Asistió el jueves cerca de las 06:00, pero allí ya había más de 100 personas haciendo fila para que los atiendan, pues los tiques son entregados pasadas las 10:00, comentó. “Al día solo entregaron 50 turnos, algunos no alcanzaron a ser atendidos, con tique en mano y tuvieron que regresar”, expresó.
Detalló que, al día siguiente, pudo conseguir un turno y lo atendieron. Gastó $1200 en una bóveda donde ya descansa su progenitora. “La tuve dos días en el carro, con plástico”, dijo.
En medio de la desesperación por hallar un espacio y sepultar a su parientes, algunos incluso han pagado hasta $4000 por una bóveda.
La alta demanda también se siente en los cementerios privados, donde se da prioridad a quienes ya tienen algún paquete adquirido, aunque solo se permite en unos casos que sea usado por el titular y no por otro pariente.
Juan Carlos Ramírez, jefe de marketing del camposanto Parque de la Paz, refirió que están laborando con todo el personal a doble jornada, por la cantidad de personas que acuden para hallar un espacio.
En las instalaciones de dicho cementerio, en la parroquia rural La Aurora, en Daule, la mañana del lunes se registró una fila con más de 50 carros que pugnaban por ingresar. Algunos cargaban los féretros en la parte alta de sus vehículos.
Fernando Barberán sufrió la muerte de su madre el domingo. En ese camposanto ya tenía comprado un espacio. Lamentó que su madre fuera sepultada sin poder efectuar el reconocimiento de su cadáver.
“Esperé la llamada del personal del cementerio. De tanto insistir me dijeron que ya la habían sepultado, sin ninguno de nosotros haber constatado que es ella la que está enterrada o si buscaron bien su cadáver en Los Ceibos”, dijo Barberán.
Luisa Castañeda buscó el viernes y sábado un espacio en los cementerios para su madre, que falleció con síntomas de COVID-19. Buscó su cuerpo en el interior de un contenedor.
“Recién el domingo, por gestiones de mis tías, en la Junta de Beneficencia le cedieron un espacio que era de una de ellas, aunque tuvieron que pagar un adicional”, aseguró Castañeda.
Ante las quejas por los altos costos, la ministra de Gobierno. María Paula Romo, dijo que en las próximas horas saldrá una regulación para que se puedan hacer controles y aplicar sanciones a quienes están incrementando precios en funeraria y cementerios.
Además no descartó que halla personas que no trabajaban en el sistema de salud que operarían en una red que cobra por entregar cadáveres y que ahora investiga la Fiscalía. (I)
‘Hay 1500 muertos más frente a marzo del 2019’
Considerando las cifras de muertos de marzo del 2019, la alcaldesa Cynthia Viteri señaló que el mes pasado hubo 1500 fallecidos más.
Durante una entrevista con la cadena Univisión, Viteri refutó la cifras oficiales de fallecidos durante esta emergencia sanitaria por el COVID-19.
Hasta la mañana de ayer, el Gobierno reportó 272 muertes confirmadas y 284 probables por el COVID-19.
La personera municipal dijo que solo en el Municipio ha perdido a 40 colaboradores durante esta etapa y que en muchos de esos casos les han puesto ‘enfermedad respiratoria’ o ‘paro cardiorrespiratorio’.
Dijo que no todos alcanzaron a realizarse las pruebas para determinar si tenían o no el coronavirus.
Viteri recordó que solo en una semana se recogieron 500 cuerpos que estaban en calles, casas y hospitales.
Reconoció que la situación que genera el coronavirus es compleja porque los hospitales y cementerios están desbordados. Citando una simulación de un matemático dijo que la cifra de fallecidos podría llegar a 10 000.
La ministra de Gobierno, María Paula Romo, señaló ayer que se ampliará el panorama de cifras sobre muertes y se hará una nueva entrega a más tardar hoy para ver la magnitud de la crisis. (I)
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