El papa Francisco invitó este miércoles 23 de mayo a los católicos a estar «espiritualmente unidos a todos los fieles católicos que viven en China», en un contexto en el que la Santa Sede intenta acercarse al régimen comunista chino.
Este llamado tuvo lugar con motivo del 24 de mayo, día internacional de la oración con los católicos de China instaurado en 2011. En este día, la Virgen es especialmente venerada en la santuario de Sheshan en Shanghái, en China.
«Por ellos rezamos a la Virgen, para que puedan vivir la fe con generosidad y serenidad», declaró el papa, tras la audiencia del miércoles. Dirigiéndose a los fieles chinos, añadió «la Iglesia Universal reza con ustedes y por ustedes«.
El Vaticano intenta, entre dificultades, concluir un acuerdo histórico con la China comunista sobre la espinosa cuestión del nombramiento de los obispos. La SantaSede decidió reconocer próximamente siete prelados designados de forma unilateral por el régimen de Pekín, una decisión contestada ya que muchos prelados están perseguidos por el régimen chino.
Los cerca de 12 millones de católicos se encuentran divididos entre una iglesia «patriótica» dirigida por el régimen o una iglesia clandestina que solo reconoce la autoridad del Papa.
El Vaticano y China no tienen relaciones diplomáticas desde 1951. (I)