Edad o altura así sabrás qué sillita y hasta cuando
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Entre las múltiples preguntas que invaden a los padres cuando vamos con sus hijos está la de ‘¿cuál es la sillita más conveniente?’ y, ¿hasta qué edad es recomendable que la usen? Porque, además de ser una obligación que todo desplazamiento del niño se realice con la correspondiente silla homologada, sin poder improvisar en absoluto en qué coche se va a producir, el asiento abulta lo suficiente como para reducir el espacio del habitáculo en, al menos, un pasajero.
La sillita tiene que amoldarse a sus necesidades
Para que un niño viaje seguro en el coche es necesario que se utilice siempre un sistema de retención infantil, la clásica sillita, pero a la hora de elegirlo es necesario tener en cuenta varios aspectos, como que esta sea compatible con el sistema de fijación que disponga nuestro vehículo, que el tipo de silla se amolde a las necesidades de nuestro hijo por su peso, su altura, que sea cómodo para el pequeño y que sea fácil de instalar para el adulto… y la edad.
Lo primero que diremos es que muchos padres lo desconocen, pero todas las sillitas para el coche o sistemas de retención infantil tienen fecha de caducidad. Esto se sabrá con la que es su fecha de elaboración, la cual deberá venir indicada de forma clara, ya sea en una etiqueta o escrita directamente sobre el plástico de la silla en la parte trasera.
La cantidad exacta de años que tiene la silla para ser usada de forma segura dependerá de cada fabricante, pero la mayoría de ellas tienen un tiempo de vida de entre cuatro y seis años. De todas formas, esto no es lo único importante, puesto que también habrá que conocer la edad o el peso del niño.
La altura es lo más importante
Anteriormente se basaban en el peso y eso llevaba a la problemática que tenían los padres al ver que sus hijos delgados y altos no cabían bien en las sillas, y viceversa. Por ello es bueno incidir y recordar la normativa atendiendo a la estatura de los niños y dejando de lado otros criterios como la el peso.
Así, pues la ley señala que los menores de edad de estatura igual o inferior a 135 centímetros deberán utilizar sistemas de retención infantil y ocupar los asientos traseros. Es decir, los que superen ese límite de altura no tienen la obligación de utilizar silla. Por su parte, además, llevarlos solo con el cinturón, además de ser una infracción, no sirve.
Siguiendo esta línea, los niños deben viajar en coche con una silla infantil adecuada haciéndolo siempre en los asientos traseros, salvo en tres casos que se citan así en el reglamento:
- Cuando el vehículo no disponga de asientos traseros.
- Cuando todos los asientos traseros estén ya ocupados por otros menores de las mismas características.
- Cuando no sea posible instalar en dichos asientos traseros todos los sistemas de retención infantil.
En general, si el confort del niño lo permite, se recomienda que viaje de espaldas a la carretera hasta al menos los dos años. Y es que las vértebras del cuello son demasiado frágiles todavía para soportar el peso de la cabeza en caso de choque frontal.
Hasta qué edad
A su vez, y según la reglamentación de Tráfico, los niños deben viajar en coche con esta silla infantil adecuada hasta que tengan una estatura superior a los 1,35 metros, normalmente alrededor de los 12 años. Posteriormente, y aunque ya no sea obligatorio una vez los niños han alcanzado la altura de 1,35 metros, la Dirección General de Tráfico (DGT) recomienda usar la silla si es posible hasta que el niño mida 1,50 cm-
La ergonomía del asiento es también importante para evitar una mala instalación o sujeción del niño. En cuanto a la composición del asiento es importante, especialmente en los que se destinan a los bebés. Estos organismos ya han desaconsejado algunos asientos por la elevada toxicidad de las telas y plásticos que los componen.
En caso de que el coche disponga de anclaje ISOFIX, es preferible optar por una sillita que se pueda fijar con ISOFIX. La instalación es mucho más fácil con un ISOFIX que con un sistema que debe usar el cinturón de seguridad del adulto para arrimar la silla al coche. Así, se elimina, por ejemplo, la posibilidad de que la sillita vaya mal sujeta.