Ecuador busca incursionar en el transporte eléctrico

Mientras por la vía del Corredor Central Norte de la capital circula un bus articulado que funciona a base de electricidad, por las calles de Cuenca avanza un bus de línea de las mismas características. Ambas unidades, que están en fase de prueba, fueron importadas por la firma BYD E-Motors Ecuador. Jorge Burbano, gerente general de la empresa, informó que las unidades llegaron al país por pedido de las operadoras de transporte. Agregó que en cuanto a los buses que pueden cubrir las rutas del sistema municipal de movilidad (trolebús, ecovía y corredores) no se ha concretado el pedido de importación.

En agosto de 2018, el Concejo Metropolitano de Quito aprobó la contratación de un crédito por

$ 32,8 millones para la compra de 50 trolebuses y 20 buses articulados eléctricos que reemplazarían a las unidades obsoletas que operan en el sistema municipal de transporte. Sin embargo, la adquisición no se concreta. El concejal Sergio Garnica indicó que la compra estará en manos del nuevo alcalde que se elegirá en marzo de este año.

A diferencia de Quito y Cuenca, Guayaquil ya cuenta con la primera flota de 20 buses eléctricos que circularán por las calles del puerto principal a partir de marzo de 2019.

Las unidades son buses de línea adquiridos por la cooperativa de buses Saucinc (línea 89) que cubre la ruta Sauces-Zona centro. BYD E-Motors Ecuador las importó.

José Silva, presidente de Saucinc, informó que la compra está valorada en $ 8 millones, de los cuales $ 7.6 provienen de un crédito de la Corporación Financiera Nacional (CFN). El costo de una unidad eléctrica ($ 400.000) supera el valor de un bus a diésel ($ 140.000 o $ 310.000 dependiendo de la carrocería).

Pero son más eficientes, ya que se reducen los costos de mantenimiento y operación hasta en un 76% frente a la tecnología diésel de los buses tradicionales.

El ingeniero mecánico Luis Trujillo informa que el costo por kilómetro de un bus a base de energía es de $ 0.10, mientras que el costo del tradicional es de $ 0.44 por km. Además de los beneficios económicos.

Trujillo habla de los ambientales. Un bus que opera a diésel emana a la atmósfera 12 toneladas de CO2, mientras que un bus eléctrico no genera emisión contaminante alguna.

Durante los próximos 15 años que está previsto que circulen estos buses, representarán un ahorro al fisco de $ 8 millones al no consumir el diésel subsidiado, indicó Silva.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) indicó que si las 22 ciudades latinoamericanas reemplazaran su flota de buses y taxis por vehículos eléctricos, se ahorrarían $ 64.000 millones en combustibles desde la actualidad hasta el 2030. Además se dejaría de emitir 300 millones de toneladas de CO2 y se evitaría la muerte prematura de 36.500 personas como consecuencia de las enfermedades respiratorias asociadas a la contaminación.

Antes de la adquisición de la flota se realizaron pruebas. En tres meses el automotor transportó a más de 41.690 pasajeros, recorrió 16.676 km y ahorró el consumo de 2.570 galones de diésel. Se evitó la emisión de 25 toneladas de CO2 en la atmósfera de Guayaquil. (I)