Discos duros para fotógrafos: qué mirar antes de comprar uno u otro
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Los fotógrafos nos dividimos entre los que han perdido sus fotografías y los que las van a perder. Nunca podemos estar seguros. Por este motivo, tenemos que tener mucho cuidado a la hora de guardar nuestros archivos. ¿Qué es lo que tenemos que mirar los fotógrafos a la hora de comprar un disco duro?
Esta es una guía útil para aquellas personas que están buscando el mejor dispositivo para almacenar todos sus archivos con el menor riesgo posible y sin tener que arruinarse. Y de paso ver cómo pueden evitar perder, lo más tarde posible, alguna que otra fotografía.
El método que utilizo me ha funcionado desde hace más de 20 años y si he perdido fotografías ha sido por salirme del camino marcado. No esperéis algo que cambie vuestras vidas, es algo lógico y previsor, nada más.
Soy fotógrafo profesional y puede que, para muchos de vosotros, resulte exagerado lo que voy a recomendar. Pero muchos de mis alumnos lo han adoptado y no han tenido problema alguno desde entonces. Uno de los pilares del método es, por supuesto, elegir bien los discos duros.
Un disco duro para almacenar; otro para trabajar
Para empezar, no apostaría nunca por marcas desconocidas. Ten en cuenta que estás guardando tu trabajo o tus recuerdos. Y no te puedes imaginar la cantidad de gente que reconoce que, por no tener un disco duro decente, ha perdido parte de la historia de su vida cuando se le estropea.
Siempre he confiado en marcas como WD, Toshiba y la serie D2 de Lacie. No me fío de los bajos precios de otras marcas y tampoco necesito, por ser fotógrafo, velocidades de vértigo en los discos de almacenamiento.
Eso sí, es importante tener un disco duro rápido y fiable para instalar el sistema operativo y los programas con los que trabajamos. En definitiva, un fotógrafo debería tener como mínimo un disco de almacenamiento y otro para trabajar con fluidez.
La importancia de los discos duros para los fotógrafos
Los fotógrafos dependemos del trabajo que hemos hecho. Tenemos que conservarlo para el futuro. Nuestras fotografías son nuestro sustento (si somos profesionales) o nuestro diario de vida (si somos aficionados). Cuando pasen los años pueda que adquiera más valor, sobre todo sentimental.
En el mercado hay tal variedad de discos duros que nos podemos sentir abrumados. No solo por las marcas que podemos encontrar, sino por los distintos tipos que existen. Lo fundamental es elegir el que más nos conviene según el uso que le vayamos a dar. Hay que tener varios aspectos en cuenta, como la conexión, el tamaño, su tecnología y la velocidad de rotación.
Los fotógrafos (y otras profesiones y aficiones) utilizamos los discos duros de dos formas:
- Para trabajar con los datos y los programas.
- Para almacenar los archivos.
Y para cada uno de estos usos recomiendo un tipo de disco duro, sobre todo si dependemos del dinero que tenemos en el banco. Si no fuera así, compramos SSD de última generación y solucionado. Pero seguramente la mayoría tendremos un presupuesto limitado.
Tipos de almacenamiento que podemos encontrar en el mercado
No es el momento de hacer un análisis profundo de todos los discos duros que podemos encontrar en el mercado, aunque hay dos opciones básicas:
- HDD: discos duros con piezas mecánicas que almacenan de forma permanente los datos y utilizan el magnetismo para grabarlos. En su interior tienen discos rígidos que giran a una velocidad determinada. Cuánto más rápido lo hacen, a mayor velocidad transmiten los datos.
- SSD: carecen de partes mecánicas y almacenan la información en microchips con memorias flash interconectadas entre sí. Todo depende de un procesador y su eficiencia marca la velocidad del disco. De hecho no es un disco duro, sino una memoria no volátil, como un USB.
Y aunque los precios han bajado, los SSD todavía son bastante más caros que los HDD y tienen menos capacidad de almacenamiento. A cambio son mucho más rápidos, y esto es lo interesante… Un fotógrafo necesita rapidez y almacenamiento… La clave es usar los dos.
Conviene no olvidar que tanto los discos duros como los SSD no son eternos, así que tenemos que saber si los podemos amortizar durante su vida útil.
Tipos de conexiones
Si te metes en cualquier tienda online para buscar un disco duro, o vas a la tienda física, seguro que te preguntan esto. Y nos podemos derrumbar por no saber la respuesta… Elegir una u otra conexión hará que todo funcione como esperamos o que sea un desastre.
Dentro de los discos internos tenemos que contar con las conexiones SATA o SAS (más rápida que SATA). Y si queremos comprar un SSD NVMe M.2, tendremos que contar con una conexión PCI Express.
Al final todo depende del ordenador que tengamos. No es lo mismo trabajar con una torre que con un portátil. Y tienes que tener las especificaciones de la placa madre para saber cuál es la conexión más rápida que puedes usar.
Si lo que queremos es un disco externo, todo es más sencillo. Solo hace falta elegir el tipo de USB que tenga nuestro ordenador. Y rogar porque sea el más rápido, USB 3.2.
Los discos duros en el día a día de un fotógrafo
Llevo muchos años trabajando como fotógrafo. Para que os hagáis una idea empecé a disparar con carretes. Pero me adapté a la vorágine digital. Y me arrepiento de no haberlo hecho antes. Después de muchos ordenadores, muchas pruebas y algún que otro error, esta es la forma en la que disfruto de los discos duros como fotógrafo.
- Utilizo muchos programas de edición en el ordenador, así que instalé un SSD para C:. El sistema operativo y los programas vuela en el Samsung SSD 980 PRO PCIe 4.0 NVMe M.2 de 250 GB.
- Para el almacenamiento de todas mis fotografías (las guardo siempre todas juntas para evitar perderlas) tengo un disco duro interno de 8TB. Así puedo acceder a todas ellas en cualquier momento y con la máxima velocidad que ofrece gracias a la conexión SATA 3 (300 MB/s). Solo llega a las 5400 rpm, pero pocas veces he necesitado más velocidad de acceso.
- Como copia de seguridad trabajo siempre con dos discos duros externos con la misma capacidad que el interno. El primero lo tengo siempre conectado, a través de un puerto USB 3.1, al ordenador. Cada semana hago una copia de seguridad.
- El segundo lo tengo en otra casa, para hacer cada mes una copia de seguridad en otro lugar. Suena muy antiguo, pero os aseguro que es infalible.
- Además, tengo conectados internamente al ordenador dos SSD para los catálogos de los programas y para la caché. Ventajas de trabajar con una torre.
Para finalizar
Como veis, los fotógrafos no podemos vivir sin nuestros discos duros. Por supuesto es posible apostar enteramente por la nube, con servicios de respaldo como Carbonite, Backblaze o el mismo Amazon Photos.
Pero con los datos en nuestra casa, tendremos más capas de seguridad. No olvidéis que necesitamos discos para trabajar, que deben ser rápidos; y discos de almacenamiento, que no es necesario que sean de última generación, sino con suficiente capacidad para guardar todos nuestros disparos.
- En los discos de trabajo nos tenemos que fijar sobre todo en la velocidad de lectura y escritura que viene en MB/s. Es increíble la velocidad que alcanzan los discos NVMe, que llegan a los 7000 MB/s. Y desde luego no es necesario que tenga mucha capacidad. Si no vas a cargar muchos programas con 250-500 GB es más que suficiente.
- Sin embargo, en los discos de almacenamiento tenemos que mirar sobre todo el espacio. Con 8 TB la mayoría de los fotógrafos tendrán más que suficiente para toda la vida, así que podemos mirar de menor capacidad. La velocidad de transferencia baja una barbaridad, hasta los 600 MB/s con la conexión más rápida, la SATA-3. Si queremos alcanzar esa velocidad realmente lo que tenemos que mirar en las especificaciones es que sea de 7200 rpm.
Y aunque parezca una locura, es preferible tener toda la información en un único disco duro (con sus copias de seguridad) que en varios. Así será mucho más difícil perder algún que otro archivo. Y sobre todo las búsquedas serán mucho más rápidas.
Ahora mismo tengo 173.000 fotografías guardadas en un disco de 8TB, con sus correspondientes copias de seguridad en discos externos del mismo tamaño. Y encuentro cualquier fotografía en menos de cinco segundos y tengo acceso directo a ella.
Llevo con este sistema muchos años. Lo adapto en todos los ordenadores que tengo. Desde hace unos años también utilizo la nube para tener una copia de seguridad extra de las fotografías más importantes, pero con suma precaución. Lo fundamental, por supuesto, es no perder nuestras fotografías… Pero es inevitable.