Cuba rechaza acusaciones de EE.UU. de instigar protestas en Latinoamérica

Cuba rechazó este viernes 1 de noviembre las acusaciones «maliciosas» de Estados Unidos por su supuesta responsabilidad en la crisis de Venezuela y las protestas populares en países latinoamericanos como Ecuador y Chile, a las que sin embargo manifestó su total apoyo.

«Maliciosamente se acusa a Cuba de ser responsable de lo que sucede en Venezuela y de las recientes manifestaciones populares contra el despiadado neoliberalismo que avanza en la región», declaró el canciller de la isla, Bruno Rodríguez, en la sesión de apertura en La Habana del Encuentro Antimperialista de Solidaridad.

Rodríguez insistió en que el país caribeño no tiene «otra participación o involucramiento en las protestas en América Latina que la que emana del ejemplo de la Revolución Cubana«.

En las últimas semanas se han producido en Chile y Ecuador manifestaciones de descontento popular en rechazo a medidas gubernamentales que encarecen el costo de la vida y reducen los beneficios sociales, movimientos con los que La Habana se solidariza.

Por el contrario, la isla asegura que detrás de las protestas opositoras en sus aliados Nicaragua y Venezuela está la «injerencia» de EE.UU., que considera que estos dos países y Cuba conforman la «troika de la tiranía» y sus Gobiernos deben ser sustituidos.

«EE.UU. necesita culpar a Cuba de sus fracaso rotundo en Venezuela y justificar el endurecimiento del ‘bloqueo'», subrayó el canciller cubano, en referencia a la política de reforzamiento del embargo que Washington ha seguido contra La Habana, tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.

Trump, que actualmente busca la reelección en los comicios presidenciales de 2020, ha autorizado recientemente una serie de medidas para asfixiar la frágil economía cubana, ya dañada por la crisis en Venezuela, su principal aliado y valedor en la región.

A las prohibiciones de viajes en embarcaciones y la limitación de vuelos comerciales a ciudades que no sean La Habana, se unen las sanciones a los envíos de crudo venezolano a la isla, que ha tenido que voltearse hacia viejos aliados como Rusia y nuevos socios como Argelia en busca de combustible.

«Como resultado hemos encarado durante meses severas dificultades para garantizar el suministro de combustible requerido no solo para el desarrollo, sino para la vitalidad cotidiana del país», dijo Rodríguez, quien reconoció que «hace pocas semanas» afrontaron una «situación de existencias casi nulas» de diesel.

Esta escasez, que el Gobierno se apresuró a calificar de «situación coyuntural«, provocó largas filas de autos en las gasolineras y medidas extremas de ahorro en el sector empresarial para evitar los temidos apagones que recuerdan a los cubanos la grave crisis que sufrió la isla en los años 1990 tras la caída de la Unión Soviética.

Luego de unas semanas de desabastecimiento, el país ha vuelto lentamente a la normalidad aunque hoy viernes se volvían a ver estaciones de servicio cerradas y largas filas de coches en las que se encuentran abiertas, según pudo constatar Efe en varias zonas de La Habana.

«Al agradecer la invariable solidaridad de ustedes siento el deber de expresarles que vienen tiempos difíciles, en que los esfuerzo de todos frente a la agresión estadounidense será decisivos y posiblemente determinantes», sostuvo el ministro ante el aplauso de los cientos de asistentes internacionales al evento de solidaridad.

Bruno Rodríguez expresó el apoyo de Cuba al recién reelecto presidente boliviano Evo Morales, a la gestión del mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y envió felicitaciones por el regreso del peronismo a Argentina tras la victoria de la dupla de Cristina y Alberto Fernández en las elecciones presidenciales.

Además reiteró el llamado por la libertad del exmandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, encarcelado bajo cargos de corrupción que según La Habana esconden una persecución política. (I)