Cristóbal Colón y la historia del “descubrimiento” de América
Historia del descubrimiento de América. El 12 de octubre de 1492, el mundo tiende a celebrar el denominado descubrimiento de América, que, según varios historiadores y cronistas españoles, este se llevó a cabo al mando de Cristóbal Colón. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
Historia del descubrimiento de América
La historia tradicional asegura que este viaje empezó a tomar forma el 22 de mayo de 1492, cuando llegó al puerto de Palos de la Frontera, en Huelva, una carta de los Reyes Católicos en la que se le ordenaba a la municipalidad contribuir con dos embarcaciones a la expedición. Aunque no fue fácil armar los barcos y reclutar a la tripulación, Cristóbal Colón pudo echarse finalmente a la mar el 3 de agosto al frente de tres naves, la Santa María, la Pinta y la Niña. Tres naves cargadas de provisiones, marineros y esperanzas de encontrar una nueva ruta comercial que cruzara el Atlántico.
Historiadores y cronistas manifiestan que Colón era un diestro marinero y que sus conocimientos bastaron para que la corona española confiara en él para tan magno viaje.
Aseguran que era un experto cartógrafo por lo que el viaje fue todo un éxito y el “descubrimiento” ni se diga.
La noche del 11 al 12 octubre se habría dado el ansiado grito de “¡Tierra!”. Uno de sus “marinos” (a la postre conocido como Rodrigo de Triana) fue el encargado de elevar su voz.
Aparentemente tocaron la isla de Guanahaní, bautizada por Colón como San Salvador e identificada con la actual Watling, una de las Bahamas.
El “navegante” siguió su periplo por las islas de este archipiélago -Santa María de la Concepción (Rum Cay), Fernandina (Long Island), Isabela (Crooked Island), entre otros, antes de arribar a Juana (Cuba) el 28 de octubre.
Posteriormente la historia asevera que el 6 de diciembre llegó a La Española. El día 24 del mismo mes la Santa María encalló a la altura del actual cabo Haitien y sus restos sirvieron para construir un pequeño fuerte, bautizado como Navidad.
Un óleo de Francisco García Ibáñez, muestra la llegada de Colón a Barcelona a mediados de abril de 1493, los cronistas aseguran que “los Reyes Católicos le esperaban públicamente, con toda la majestad y grandeza”. Pero también se afirma que nunca hubo tal recibimiento.
Toda esta travesía orquestada por los reyes católicos cuyo “héroe” habría sido Cristóbal Colón, cambió la historia por completo.
¿Cristóbal Colón fue el primer “descubridor” de América?
Varias fuentes aseguran que fueron los vikingos quienes pisaron por primera vez suelo americano allá por el siglo X en lo que hoy es Groenlandia y Terranova, así lo confirmaría las Sagas de Vinlandia, que narran la historia de dos asentamientos con una población de miles de habitantes.
En abril de 2016 fue hallado un posible asentamiento vikingo en Norteamérica, el sitio de Point Rosee, en la isla canadiense de Terranova, podría demostrar que «los vikingos llegaron mucho más lejos de lo que se creía».
Los nativos americanos descubrieron primero
Cabe destacar que hay quienes aseguran que 1492 también es el año del descubrimiento de los españoles… por parte de los nativos americanos, esto lo corrobora Juan Cruz, columnista de diario El País de España “Una delegación de indios americanos, a bordo de barcazas similares a las que luego se dibujaron como propias de Cristóbal Colón”, llegaron a la península ibérica, quienes fueron recibidos por los reyes católicos que se asombraron por su llegada y por saber que existía otra tierra, pero este evento finalmente fue ocultado pues el plan era sencillo: “Se trataba de simular el desconocimiento absoluto de aquel nuevo continente del que había llegado aquella misteriosa delegación e inventar un viaje que el mundo conocería luego como la gesta del Descubrimiento”.
Por ello muchos historiadores utilizan el término teorías de contactos tranosceánicos precolombinos, para no desmerecer que los indios americanos descubrieron primero el continente europeo.
El historiador Ed Simon, señala que poco después del descubrimiento de América, el hijo de Colón recordaba que su padre había visto con sus propios ojos un par de indios muertos que acabaron en las costas de Galway (aunque es muy probable que fuesen inuits).
Un príncipe galés antes que Colón
Otra fuente cuenta que Madoc, un príncipe galés, llegó a la actual Florida o a Mobile (en Georgia); desde donde recorrió el Misisipiy hasta llegar a las Grandes Llanuras. Sin embargo, la mayor parte de referencias a Madoc son posteriores a 1492, salvo la del ‘cywydd’ (una forma de poesía) que hablaba de él como un hombre que “solo deseaba el mar”.
La orden de los templarios estuvo en América en 1300
Existen hipótesis que dan cuenta que los Templarios conocían y habían descubierto América, de donde se habían proveído anteriormente de riquezas, oro y plata, origen de su inmensa fortuna, conseguida en menos de un siglo. Sea cierto o no, hay indicios de que al menos arribaron a las costas de Canadá, a Nueva Escocia.
En la isla conocida como Isla del Roble (Oak Island), en 1795, tres pescadores del pueblo de Chester, descubrieron, a los pies de un roble centenario, la polea de un viejo barco de esa época. Pensando que hubiera otros restos, comenzaron a excavar y encontraron una cueva de donde partían túneles subterráneos en forma de laberinto. En 1972 siguieron las investigaciones con más medios técnicos, introduciendo en un pozo una cámara especial fotográfica para verificar qué podía haber en el fondo. Las fotografías revelaron que había un cofre grande que pretendieron rescatar, pero fue imposible.
Una escultura romana
En 1933 se halló una pequeña escultura en terracota que mostraba rasgos tremendamente europeos, fue encontrada en un cementerio del valle de Toluca datado entre 1476 y 1510. Como señalaron los expertos de la época, podía ser perfectamente una obra de arte romano del siglo II d.C., hoy se considera un posible testimonio de la relación entre europeos y americanos en la era precolombina.
Los fenicios del siglo I o II
Según el estudioso Cyrus H. Gordon, los fenicios y otros pueblos semíticos llegaron a América, demostrado en su investigación de la tablilla de Bat Creek, que fue encontrado en un enterramiento de nativos americanos en Loudon Country (Tennessee) en 1889. Los escritos aseguraban que los hebreos del siglo I o II habían mantenido contacto con los cheroquis, puesto que Gordon afirmaba que las letras de la tablilla podían traducirse como “Judea”.
La dinastía Yin en América
En 1975 la profesora Betty Meggers del Smithsonian, aseguraba que los olmecas que se desarrollaron en lo que hoy es México fueron poderosamente influidos por la civilización china del 1200 a.C. Además, hay otros vestigios que pueden refrendar esta relación milenaria chino-india, como las monedas de origen oriental descubiertas en la Columbia británica por un minero.
Polinesia pudo haber estado en América antes que Colón
Los polinesios del Pacífico Sur habrían tomado tierra americana antes que ninguna otra civilización. Una de las teorías es su habitual consumo del boniato, que pudo ser importado desde Sudamérica en el año 700. También está el hallazgo de huesos de pollo de islas del Pacífico Sur en el Chile del siglo XIV. En 2007, se reencontraron calaveras humanas que compartían rasgos con los polinesios en un museo chileno y que muy probablemente antecedía a la llegada de Colón a América.
Américo fue quien descubrió el nuevo mundo
No es que Américo se adelanto a Colón, de hecho Américo Vespucci emprendió en sus viajes después de Cristóbal, narra la historia.
La importancia de su viaje radica en el hecho de que Vespucci y otros geógrafos llegaron a la convicción de que las tierras recién descubiertas no formaban parte de Asia sino de un “Nuevo Mundo”. Acerca de América escribió:
“Y es lógico denominarlo un nuevo mundo, porque ninguno de estos países fue conocido para ninguno de nuestros antepasados, y para todos aquellos que oigan hablar de ellos serán totalmente nuevos… He descubierto un continente.”
Por ello la indignación de los amigos de Colón, y más aún cuando el geógrafo y cartógrafo Martín Waldseemüller, propuso que el nuevo continente (América del Sur) recibiese el nombre de Vespucio. Se refirió en su Cosmographiae introductio -introducción para la versión latina de la Geografía de Tolomeo, preparada en la abadía de Saint Dié, en Lorena (Francia) y publicada en 1507- a las noticias de Vespucio. Allí se decidió dar al nuevo continente el nombre de América en su honor.
El único desacuerdo de Vespucio con Colón, con el que mantuvo una estrecha amistad, fue el hecho de declarar que las nuevas tierras descubiertas no formaban parte de Asia.
Historia del descubrimiento de América 12 de octubre de 1492
El 12 de octubre de 1492, es una fecha no muy querida por la gran mayoría en América, razones sobran, además de las ya mencionadas.
Se hace necesario destacar que en algunos países de América el 12 de octubre no se celebra el descubrimiento como tal, puesto que Cristóbal Colón y su tripulación no descubrieron nada, simplemente abrieron los ojos a aquello que no conocían.
En Chile se le conoce como el “Día del encuentro de dos mundos”, en Venezuela desde el 2002 es el “Día de la resistencia indígena”. En Argentina, a partir de 2010 se conmemora el “Día del respeto de la diversidad cultural” y en México es simplemente llamado “Día de la raza”. Y en Cuba fue decretado un día indigno de celebrar por el genocidio de Colón.
Mitos sobre la llegada de Colón a América
Su llegada no fue el 12 de octubre
La verdadera fecha de la llegada a América fue el 20 o 21 de octubre, porque el calendario por el que se regía Europa entonces, llamado juliano y creado bajo la supervisión del emperador Julio César, presenta una diferencia de una semana o un poco más con respecto al gregoriano. Fue hasta 1582 (es decir, 90 años después de la llegada de Colón a América) que el Papa Gregorio XIII instauró el sistema que actualmente se utiliza en el mundo para medir los días, meses y años.
Era un pésimo cartógrafo
El mito cuenta que un joven y astuto Cristóbal Colón hacía planos y mapas con gran destreza y sin errores. Nada más alejado de la realidad, tanto las matemáticas como la geografía no representaban talentos especiales para el navegante. Entre sus desafortunados cálculos se encuentra una teoría sobre el tamaño de los continentes, a los que llamaban en aquel entonces “tierra firme”, y él aseguraba que cubrían mucho más espacio que los océanos y mares. Por ello, tuvo que pedir financiamiento para sus viajes muchas veces antes de autorizar su viaje a la India, el cual terminó en América, y a pesar de llevar buenas noticias sobre su “descubrimiento” fue castigado y encarcelado puesto que que no llegó a la tierra que había prometido.
Colón viajó por interés no por “descubrir”
Cristóbal Colón era un amante de la navegación cuyo principal objetivo era encontrar nuevas tierras para poder explorarlas y ampliar sus conocimientos, además de que así podría dejar un aporte a la humanidad, as{i manifiesta la historia tradicional.
No obstante, Colón, como muchos navegantes de su tiempo, esperaba hallar rutas marítimas que conectaran las riquezas de países como China y la India con España para agilizar el comercio. Pero, las pocas riquezas que logró obtener fueron decomisadas por la corona española y él se quedó únicamente con una pequeña parte del tesoro. Con el pasar de los años, todo el mundo lo olvidó hasta que parte de su familia abogó hasta el cansancio para que se le reconociera como el “descubridor”.
La corona española no lo apoyaba
Ella jamás lo encomendó a que realizara dicha expedición, por lo que todo fue en realidad orquestado por el propio Colón, quien dedicó todos sus esfuerzos a conseguir el financiamiento. Si la reina se lo negó en repetidas ocasiones era por sus problemas de cálculo y por no estar segura de querer gastar los recursos de la corona en un viaje en el que no veía más que desastre y una futura desilusión.
Era un estafador
Cuando las carabelas zarparon con Colón al mando, los navegantes que acompañaban al explorador eran principalmente piratas y ladrones, la única tripulación que había conseguido para obtener la aprobación de la corona. Para que el viaje tuviera mejor rendimiento, la corona española ofreció 10 mil maravedís (la moneda de aquel entonces en España) a la primera persona que avistara tierra firme. El propio Colón escribió en sus diarios que el marinero que logró visualizar tierra después de cruzar el Atlántico fue Rodrigo de Triana. Todo el mundo le aplaudió y él ya sentía las monedas en sus manos. Sin embargo, al regresar a España y rendirle cuentas a los reyes, Colón aseguró que él había sido quien avistó tierra, por lo que se quedó con la recompensa del marinero, quien prefirió dejar a Colón su crédito y el dinero para volverse pirata.
Los nombres de las carabelas eran apodos
Dos de sus carabelas no se llamaban como las conocemos, “La Niña” y “La Pinta”. En la España del sigo XV era común que las embarcaciones tuvieran nombres de santos y vírgenes, por lo que sólo “La Santa María” mantuvo su nombre oficial. Gracias a los escritos se sabe que “La Niña” era un apodo que los marineros la dieron por llamarse “Santa Clara”, pero “La Pinta” (el apodo para la tercera carabela) no tiene un nombre oficial ya que se ha perdido en los diarios. En realidad, siempre se les conoció con los sobrenombres.
Los nativos de este continente más tarde llamado América vivían un ambiente totalmente opuesto de lo cual aprovecharon los visitantes de ultramar.
En busca de riquezas y placer
En la Revista Mundo Diners No. 453 de febrero 2020, aparece un artículo de Fernando Hidalgo Nistri, donde señala, según sus investigaciones, que los primeros viajeros europeos lo hacían movidos por un místico lugar llamado El Dorado, fuente de la eterna juventud, además de otros lugares inverosímiles, pero sobre todo en busca de riquezas y placer.
Si bien es cierto no encontraron esos lugares de fantasía, sí encontraron riquezas, placeres y fantasías sexuales que al parecer las cumplieron con las nativas americanas. Según esta fuente, pudieron observar mujeres desnudas por doquier por lo que se desató la lujuria.
El propio Colón, “no fue inmune a las ensoñaciones eróticas, creyó ver en la propia geografía un signo que revelaba sus esencias eróticas. En su cosmografía concibió el planeta como una esfera con una prominencia semejante a una “teta redonda”, una prominencia que, por casualidad, coincidía con América. Vistas así las cosas, resultaba que el Caribe era nada más y nada menos que ¡el pezón del mundo! Este paraíso de la sensualidad resultaba doblemente gratificante en la media en que ahí no operaban todas esas restricciones que en Europa normaban la vida sexual de los individuos”.
Por tanto en América habrían descubierto un territorio “donde el hombre podía desplegar su libertad”.
Cabe señalar que una cosa es libertad y otra muy distinta es libertinaje.
Historia del descubrimiento de América
La cultura de aquella época entre los nativos americanos, como lo habíamos señalado era muy distinta, no conocían de códigos de ética o moral, porque simplemente crecieron así, pero la mente de los visitantes de ultramar tenía otras intenciones por lo que aprovecharon en sus locuras eróticas.
No obstante, según el relato aparecido en esta revista, las mujeres lugareñas no parecían molestas por la actitud de los españoles, al contrario, se mostraban complacidas y gustosas de acompañar a los soldados, no en todos los casos.
De cualquier forma, se cumplieron los primeros genocidios con algunos nativos que tenían prácticas homosexuales.
En todo caso la preferencia de las mujeres por los españoles “se explica porque el matrimonio era una manera de integrarse en el círculo de los conquistadores y, en definitiva, de la nueva sociedad en formación”.
Tal como ya deja entrever Juan de Solórzano, un consejero del rey, “la descendencia mestiza implicaba importantes privilegios tales como escapar a la obligación de tributar, las mitas, entre otros. Vistas bien las cosas, las mujeres indígenas no solo cumplieron un papel determinante en los procesos de mestizaje y transculturización que se desencadenaron a raíz de la “conquista”, sino que también fueron un nexo que unió a uno y otro mundo.
Como te podrás dar cuenta no siempre lo que nos narran tradicionalmente corresponde a la verdad, es importante la investigación a profundidad de temas como estos, aún así, quedan vacíos históricos.
Lo que sí podemos asegurar son las barbaries y genocidio propiciado por quienes pisaron suelo americano y descubrieron otras culturas muy diferentes a las acostumbradas en Europa u otras tierras.
La llegada de los visitantes europeos no siempre fue como los cronistas o historiadores tradicionales nos contaron, por ejemplo, en el caso del cacique Atahualpa, varios textos de historia tradicional nos han informado que Atahualpa fue capturado por los españoles el mismo día que entraron a Cajamarca, en noviembre de 1532, para tenerlo en prisión hasta julio de 1533 y ejecutarlo.
Nada más lejos de la realidad si analizamos un poco más lo que realmente pasó con uno de los nativos de América, que puedes leer en este enlace: La verdadera historia de Atahualpa, 26 de julio de 1533.
Como te lo hemos dicho en otras ocasiones, no debemos vanagloriar a hombres, por mucho que hayan aportado, una cosa es admirar su trabajo y otra muy distinta colocarlos en un pedestal cual si fueran dioses.
Si Cristóbal Colón realmente descubrió América, lo importante no es su persona, sino su trabajo que finalmente abrió camino a una nueva historia.