Cristina, acorralada, se compara con Lula da Silva

Cristina Fernández de Kirchner está cada vez más acorralada. En su octava visita a Tribunales desde que dejó el gobierno, la expresidenta argentina se comparó con el condenado exmandatario brasileño Luiz Lula da Silva y arremetió una vez más contra los magistrados que, a su juicio, llevan adelante una “agresión judicial contra la democracia” en la región.

Un día después de ser procesada por el juez Claudio Bonadio que la consideró “jefa” de una “asociación ilícita” encargada de cobrar sobornos a empresarios beneficiados con obra pública durante su gestión, la exjefa de Estado presentó ayer un extenso escrito en otra causa de corrupciónabierta en su contra y que investiga el magistrado Claudio Casanello.

En concreto, el juez Casanello indaga maniobras de “lavado de dinero” del detenido empresario Lázaro Báez, uno de los mayores beneficiarios con obra pública durante los 12 años de gobiernos “kirchneristas”, en especial en la provincia patagónica de Santa Cruz, “cuna” del fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003-2007).

Cristina, en su extenso escrito presentado ante el despacho de Casanello, tuvo tiempo de ironizar sobre los procedimientos ordenados por la justicia en busca de dinero de la corrupción, incluso con excavaciones ordenadas en estancias del empresario Lázaro Báez en Santa Cruz.

“Podrán excavar toda la Patagonia argentina o donde mejor se les ocurra, que nunca van a encontrar nada con lo que involucrarme porque jamás me apoderé de dinero ilícito alguno”.

Cristina, de 65 años y que goza de fueros por ser senadora nacional (tiene seis causas judiciales vigentes en su contra), dijo que “una vez más” se encuentra “frente a jueces que carecen del atributo básico para ejercer la jurisdicción”.

Esta firme postura del peronismo, a pesar de estar dividido en varias vertientes, la mayoría adversas al “kirchnerismo”, le permitirá a Cristina llegar a las elecciones presidenciales de fines del año próximo en libertad.

Las encuestas le otorgan alrededor del 30% de intención de voto. (I)