Crisis se agudiza en la Asociación del Rifle de Estados Unidos

LaFiscalía General de Nueva York inició una investigación en torno a las finanzas de la Asociación Nacional del Rifle de Estados Unidos (NRA, por sus siglas en inglés).

La portavoz de la Fiscalía, Kelly Donnelly, confirmó que como parte de dicha investigación a la NRA la Fiscalía emitió también citaciones, pero no explicó de qué se trata y no dio más detalles, señalaron ayer medios de prensa locales.

Sin embargo, The Wall Street Journal (WSJ) informó que la Fiscalía envió el documento legal a la Asociación Nacional del Rifle, el pasado viernes, con la intención de investigar una presunta mala conducta financiera.

El periódico recordó que la investigación surge en medio de problemas internos en el organismo entre el presidente del grupo, el exmilitar Oliver North, y el director ejecutivo, Wayne LaPierre, en el que North acusó a LaPierre de mala conducta financiera.

La situación entre ambos llevó a que, el sábado, North anunciara su salida del cargo que ocupa desde mayo de 2018.

En el epicentro del conflicto entre ambos se encuentra una batalla legal entre la NRA y la compañía Ackerman McQueen, que opera el servicio televisivo del grupo, y estrechamente relacionada con North. La NRA sospecha que el medio ocultó información sobre su hoja de gastos del dinero que la asociación les entrega anualmente.

North envió una carta que fue leída durante la convención de la Asociación en Indianápolis, en la que manifestó que esperaba haber sido renominado a un segundo término de un año en la presidencia, “pero fue informado de que eso no ocurrirá”, agregó el WSJ.

También indicó que “existe una clara crisis que necesita ser resuelta con rapidez y responsabilidad”.

El abogado de la Asociación, William Brewer, dijo que cooperarán con la investigación y aseguró que “la NRA está preparada para esto y tiene plena confianza en sus prácticas de contabilidad y buena gestión”, señaló además la prensa local.

La fiscal general de Nueva York, la demócrata Letitia James, prometió durante su campaña electoral -el año pasado- que, si era elegida, investigaría el estatus de organización de la Asociación Nacional del Rifle.

Retiro de tratado

Este conflicto se ha producido, además, en medio de la Asamblea anual del grupo, que este año se celebra en la ciudad de Indianápolis.

El presidente Donald Trump acudió al encuentro, y allí anunció por sorpresa, el viernes pasado, que Estados Unidos se retirará del Tratado deComercio de Armas de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que regula el intercambio de armamento para evitar que caiga en las manos equivocadas.

“La ONU recibirá una notificación formal de que Estados Unidos rechaza este tratado”, subrayó Trump.

Estados Unidos firmó ese tratado de la ONU en 2013, durante el gobierno de Barack Obama, pero el Congreso estadounidense nunca llegó a ratificarlo, así que no ha entrado en vigor en el país.

La decisión de Trump tiene, por tanto, un impacto más simbólico que práctico, pero aparca definitivamente la participación de EE.UU. -el mayor exportador de armas del mundo- en un pacto que prohíbe entregar armamento a aquellos países donde se determine que pudieran usarse para genocidios o crímenes de guerra.

El Gobierno estadounidense quedará así al mismo nivel que otros grandes vendedores de armas, como Rusia y China, que no han firmado el tratado de la ONU.

El mandatario rubricó una carta en la que pedía al Senado “que interrumpa el proceso de ratificación del tratado” y se lo envíe “al Despacho Oval”, donde prometió “deshacerse” de él.

La NRA, que donó $ 30 millones a la campaña electoral de Trump en 2016, se opuso a la firma en 2013 del tratado, por considerar que ninguna norma internacional debía entrometerse en su derecho constitucional a la tenencia y comercio de armamento.

Desde que llegó al poder en 2017, Trump se ha desmarcado de muchos foros y pactos internacionales. (I)