Cómo saber si se me estoy endeudando bien
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Las deudas no son buenas o malas por sí mismas, sino que depende de para qué se las adquiere y qué beneficio a futuro proporcionan.
Sería ideal poder pagar la educación superior, un carro o una casa con el dinero que se ahorra del salario. Pero es difícil por el bajo nivel de sueldos en la economía ecuatoriana. Por eso, para una amplia mayoría de ecuatorianos el crédito (es decir, deuda) es un mecanismo para acceder a estos bienes y servicios.
¿Cómo saber si se me estoy endeudando bien?
La pregunta principal, en este contexto, es cuándo es bueno adquirir una deuda. La respuesta es que hay que saberlo hacer. Está bien si nos endeudamos por unas vacaciones o un carro, si lo hacemos de la manera adecuada. Y esta manera implica tener claro el para qué, el cómo se va a pagar la deuda y el cómo se va a tener la deuda bajo control.
Sin embargo, el mejor escenario es cuando el endeudamiento genera rentabilidad a futuro. Carlos Reinoso, asesor en finanzas personales, explica que, sobre todo en el caso de un emprendedor, siempre debe preguntarse el valor agregado o beneficio adicional que va a traer la deuda.
La pregunta que debe hacerse es: ¿Cuánto más ingreso me va a traer este en endeudamiento en el futuro?
«Entonces si se endeuda para invertir en algo que le va a dar una rentabilidad por encima del costo de la deuda, pues felicitaciones porque ha hecho de su deuda un buen negocio. Pero si es todo lo contrario, y se endeuda para cubrir un hueco en su presupuesto, pero creando otro sin controlar sus gastos, lo siento está malgastando los recursos», dijo
Reinoso aseguró que el principio general de endeudamiento se resume en una fórmula simple: rendimiento de la inversión > al costo de la deuda.
Sin información se cometen errores
En general, los problemas de las deudas surgen de no contar con la información completa y no planear a tiempo. Como en un campo de fútbol, hay que saber qué conviene, cuáles son las fortalezas y así definir una estrategia: más cuotas implica más tiempo para pagarlas, pero también que serán mayores los intereses que se terminan pagando.
Por eso, antes de adquirir una deuda es vital que la información esté clara.
Por ejemplo:
¿Cuánto representa de beneficio el producto o proyecto en el que se está invirtiendo? ¿Cuánto tiempo se demorará en pagarse? ¿De cuánto es la tasa de interés? ¿Se pueden pagar las cuotas sin que se acabe el salario?
Todos estos cálculos son importantes para poder aceptar la deuda responsablemente, sabiendo que se podrá pagarla. Como siempre, es un tema de información, que permite tomar mejores decisiones.
Si hay varias deudas hay que priorizar de acuerdo con las condiciones de pago de cada una. Primero deben ir las que tengan las tasas de interés más altas, obviamente sin descuidar las demás. Quizás sea posible ahorrar para adelantar el pago de cuotas y así reducir el tiempo del pago.
Puede ayudar el viejo método de anotar en una lista todas las deudas (junto con sus respectivas fechas, cuotas y tasas de interés) para sistematizar estos pagos.
Si bien puede resultar tediosos, las deudas se deben afrontar y encarar. Sería inútil relegarlas al fondo de la mente como si nada pasara. Esto aplica también para el pago de tarjetas de crédito, pues la organización es fundamental para que no se pasen las fechas ni se acumulen los intereses.