Cómo ganar dinero desde casa sin invertir
Cómo ganar dinero desde casa sin invertir. Y aunque te parezca contraintuitivo, también es una fórmula más sencilla. Es algo en lo que me gusta hacer hincapié cuando alguien me pregunta cómo puede aumentar su capital. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
¿De verdad no hace falta invertir para ganar dinero desde casa?
Si me sigues desde hace tiempo, sabrás que no soy partidaria de ofrecer soluciones mágicas.
Es decir, no creo en las fórmulas para ganar dinero “fácil, rápido y sin esfuerzo”.
Sin embargo, eso no significa que generar ingresos por Internet sin necesidad de invertir sea imposible. Muy al contrario, el listado de posibles negocios online que encontrarás en este artículo te permitirá lograr exactamente eso.
No obstante, me gustaría recalcar dos aspectos:
- Cuando más inviertas, más rápido crecerás: por eso te animo a que veas las opciones que te ofrezco aquí como un trampolín para empezar a generar ingresos extra. Ingresos que luego podrás reinvertir en tu proyecto para hacerlo crecer.
- Crear un negocio online requiere conocimientos: me refiero tanto a las habilidades específicas de tu sector (no puedes dar clases de piano si no has tocado nunca, por ejemplo) como a otras nociones más generales (estrategias de venta, contabilidad básica, etc.). En ciertos casos, para adquirir estos conocimientos deberás invertir en formación.
Aclarado esto, veamos qué posibilidades de negocios online considero más interesantes para una persona que no dispone de capital.
7 modelos de negocio que te permitirán generar ingresos por Internet con poca o ninguna inversión
Para simplificar la explicación, he organizado estas opciones en los siguientes apartados:
- Servicios.
- Productos físicos.
- Productos digitales.
- Afiliación.
- Publicidad.
- Regalías (mediante la publicación de un libro, obras musicales, fotografías, etc.).
- Venta de negocios o webs.
Aunque los trate por separado, es posible (e incluso recomendable) combinar distintos modelos de negocio para diversificar tus fuentes de ingresos.
Y es que igual que ocurre con las inversiones tradicionales, cuanto más diversifiques más protegido estarás frente a imprevistos.
Sin embargo, cuando estás empezando esto puede resultarte complicado.
Por eso mi consejo es que empieces por una o dos opciones como máximo (por ejemplo, podrías empezar combinando la venta de servicios y la afiliación). Y una vez las domines, pruebes a abrir otras vías de ingresos complementarias.
#1. Venta de servicios
Una de las fórmulas más sencillas para ganar dinero online es ofrecerte como profesional para otras personas o empresas.
Por ejemplo, supongamos que trabajas como asesor financiero por cuenta ajena.
Dado que conoces bien esta área, podrías vender tus servicios como asesor online para orientar a personas que quieran contratar un plan de pensiones, una hipoteca u otro producto financiero y no sepan cuál elegir.
Y esto no se limita a tu profesión.
Un videógrafo aficionado que domine herramientas de edición podría trabajar como editor de vídeo freelance, por darte un ejemplo.
Hay varias formas de conseguir clientes por esta vía, pero las dos más comunes son:
- Venta de servicios a través de tu web: esto sí requiere una cierta inversión, pero suele ser mínima, de menos de 100 € (para profundizar en esta idea te recomiendo el libro “The $100 Startup” de Chris Guillebeau, cuyo resumen puedes leer aquí). A cambio, te permite crearte una marca profesional más sólida. Además, puedes atraer potenciales clientes hasta tu web mediante vías muy diversas, lo que te permitirá aumentar rápidamente tu visibilidad.
- Plataformas para freelances: existen diversas páginas y plataformas para generar ingresos sin invertir en una web. Entre las más conocidas están Freelancer o Fiverr, por citar algunas. En ellas, los clientes publican sus proyectos y tú, como profesional, compites contra otros profesionales para lograr que te contraten.
Al vender servicios tienes cierta flexibilidad para decidir cuántas horas trabajas, lo que te permite compaginarlo con tu empleo principal.
Además, al vender tus servicios online puedes conseguir clientes de cualquier parte del mundo.
El único inconveniente es que los ingresos que puedas generar dependerán directamente de tu tiempo (es decir, son ingresos activos), por lo que su capacidad de crecimiento es más limitada.
#2. Venta de productos físicos
Entramos en el terreno de las tiendas online o e-commerce.
Tenemos dos fórmulas distintas.
A. Productos artesanales
Dentro del modelo de e-commerce “tradicional”, donde gestionas tu propio stock, lo más común es distribuir productos de otros. Es decir, adquieres artículos de determinados proveedores y se los vendes a tus clientes para obtener un beneficio.
El problema de este modelo es que requiere una inversión inicial más alta para adquirir y almacenar el stock (con el consecuente riesgo de perder el dinero si no consigues darle salida).
Pero existen algunas alternativas, como la de vender productos artesanales.
Por ejemplo, puedes fabricar tus propias joyas, prendas de ropa, etc.
Lo bueno de este modelo es que puedes vender a través de la plataforma de un tercero, lo que se conoce como marketplace. De esta forma no necesitas invertir en tu propia web.
La más conocida quizá sea Amazon. Sin embargo, existen incluso algunas plataformas especializadas en artesanía, como Etsy.
Si eliges esta vía de negocio, te animo a que compares varias opciones para encontrar la que te ofrezca unas condiciones más interesantes.
El principal problema que le veo a este modelo es que tus ingresos siguen dependiendo de tu tiempo y de la velocidad con la que puedas fabricar cada producto, por lo que es bastante complicado de escalar.
Además existen otras complicaciones, como la necesidad de jugar con los gastos de envío (si se los cargas por completo al cliente eso podría volver tu tienda poco atractiva).
De este modo, los gastos extra corren el riesgo de multiplicarse.
B. Dropshipping
Una tienda de dropshipping opera sin stock.
Supongamos, por ejemplo, que creases un e-commerce de ropa deportiva bajo este modelo y has llegado a un acuerdo con un proveedor de prendas de la marca Nike.
Un cliente llega a tu web (donde tienes expuestos todos los productos de ese proveedor) y pide unas zapatillas Nike. Tú gestionas el pedido y le mandas el aviso al proveedor, que es quien se encarga de empaquetar las zapatillas y realizar el envío.
De esta forma la inversión inicial necesaria (y el consecuente riesgo de pérdidas) se reduce mucho.
Eso sí, en caso de que se produzca una incidencia de algún tipo en el envío, serás tú quien deba hacerse responsable y ofrecerle una solución al cliente.
Además, al tratarse de un modelo de negocio con unas barreras de entrada tan reducidas, la competencia es muy elevada, por lo que es más complicado encontrar un nicho rentable.
# 3. Venta de productos digitales
De los productos físicos pasamos ahora a los digitales. De nuevo los podemos categorizar en dos tipos.
A. Productos de consumo (plantillas, apps…)
Por productos de consumo me refiero a todas aquellas creaciones que el cliente “utilice”, como:
- Plantillas (para escribir los textos de una web, para hacer un currículum, para llevar el control de sus finanzas, etc.).
- Aplicaciones para móviles.
La lista es casi infinita.
Además, este modelo admite distintas vías de monetización.
La más habitual es la venta directa. Por ejemplo, creas una canción y la comercializas por un precio determinado.
Pero en los últimos años también ha ganado popularidad la fórmula de mecenazgo.
En este caso, tus clientes te pagan una cuantía mensual por acceder a tus productos (por ejemplos, a través de plataformas como Patreon).
B. Productos formativos (infoproductos)
Explicado de forma simple, este modelo consiste en vender tu conocimiento en forma de ebook, curso online, etc.
Estos productos se pueden clasificar según:
- El formato: ya sean escritos, en vídeo o ambos.
- Si ofrecen soporte: de ser así, te requerirán más dedicación, pero a cambio puedes venderlos a un precio superior.
No hay una opción mejor que otra, ni tampoco son excluyentes. Puedes crear varios cursos distintos en función de tus objetivos y tus necesidades.
# 4. Afiliación
La afiliación es un modelo mediante el que vendes productos o servicios de otros negocios a cambio de una comisión.
Se trata de una fórmula muy antigua que, con Internet, se ha ramificado en nuevas vías.
[Importante: en este modelo, gran parte de las ventas vendrán por la confianza que el público tenga en ti o en tu web. Debes ser cuidadoso a la hora de escoger qué empresas recomiendas para que tu reputación no se vea dañada (lo que mermaría tus ingresos).]
A. Herramientas o productos
En este apartado podemos incluir cualquier producto, tanto físico como digital. De nuevo un buen ejemplo puede ser Amazon, que cuenta con su propio programa de afiliación.
Así, por ejemplo, supongamos que tienes un blog de reseñas de productos para mascotas.
Una forma sencilla de monetizarlo sería darte de alta como afiliado y poner enlaces a Amazon de cada producto sobre el que publiques una reseña.
Por cada persona que compre uno de esos artículos accediendo desde el enlace de tu web, recibirás una comisión.
Incluso podemos ir más allá.
Otra opción muy popular es crear webs específicas para promocionar los productos de Amazon (lo que se conoce como “nichos de afiliación”).
Como ejemplo tienes este nicho de afiliación especializado en panificadoras:
No obstante, esta segunda opción es más compleja puesto que requiere crear la página y generar bastante contenido (lo que significa un elevado gasto en tiempo o en dinero si decides contratar a un profesional).
También, deberás formarte en posicionamiento SEO para conseguir que tu web atraiga visitas desde Google.
B. Servicios o infoproductos de otros profesionales
El concepto es el mismo, pero en este caso promocionamos servicios o cursos online.
Si tienes un blog donde publicas reseñas turísticas, puedes convertirte en afiliado de:
- Agencias con las que hayas viajado.
- Guías turísticos que trabajen en los países sobre los que escribes.
- Cadenas hoteleras.
- Metabuscadores como Skyscanner.
De nuevo, recuerda que debes ser muy cuidadoso al seleccionar los profesionales a los que recomiendas. De lo contrario tu reputación podría verse gravemente dañada (lo que significaría perder tus ingresos).
# 5. Publicidad
Otra vía para monetizar una web es incluyendo anuncios publicitarios en ella.
De esta forma, cada vez que una persona haga clic en uno de esos anuncios, recibes un pago determinado.
Hay varias maneras de implementar esta estrategia:
- Publicidad de Google: si das de alta tu web en la red de anunciantes de Google (Google Adsense), la plataforma añadirá banners publicitarios automáticos en tu web. Estos banners mostrarán anuncios de empresas que sean interesantes para tus usuarios.
- Banners: otra opción es llegar a acuerdos con negocios que quieran anunciarse en tu web. En lugar de poner banners aleatorios, decides quién se anuncia en ella.
- Patrocinios: una empresa patrocina tus contenidos y tú, a cambio, lo mencionas en tu podcast o blog.
Para las dos últimas opciones es necesario contar con cierto reconocimiento y un volumen de seguidores interesante. De otra manera, pocos negocios tendrán interés en invertir en ti.
# 6. Regalías o royalties
En este modelo recibes ingresos de manera periódica mediante la venta de algún producto o creación artística de tu autoría.
Por ejemplo, los ingresos que generas por vender un libro (de ficción o de no ficción), tus fotografías, tu música… todos estos ejemplos entrarían en la categoría de regalías.
Este modelo conlleva mucho tiempo y esfuerzo al principio para elaborar el producto, pero una vez lanzado cada venta te genera ingresos de forma pasiva.
Además, una ventaja específica de los libros de no ficción es que te permiten generar autoridad.
Es decir, a través de la publicación de este libro ganas reconocimiento y te posicionas como un experto en tu sector.
A la larga, esta autoridad te permitirá atraer clientes e incluso empresas interesadas en anunciarse a través de tu web (como veíamos en el apartado anterior).
# 7. Venta de negocios o páginas web
Igual que ocurre con los negocios físicos u offline, hay personas cuyo perfil se acerca más al del emprendedor que al del empresario.
Son personas que disfrutan creando negocios pero que, una vez están funcionando, los venden para embarcarse en otros nuevos, en lugar de dedicarse a gestionarlos ellos mismos.
Sería el caso de alguien que crea un blog, un nicho de afiliación o una tienda online, por ejemplo, y cuando empiezan a generar ingresos los vende.
El precio que puede alcanzar esta venta es muy variable.
Pero para que te hagas una idea, en la web Empire Flippers (en la que puedes encontrar negocios online a la venta) el precio medio de compra de una web es entre 30 y 50 veces sus beneficios mensuales.
Muy bien… ¿pero cómo se consiguen clientes con un negocio online?
En la parte anterior te he explicado las principales formas de monetización que existen para un negocio online.
Ahora toca ver cómo conseguir las primeras ventas.
Si se tratase de una tienda física, necesitarías que hubiera personas entrando en ella para venderles, ¿no?
Pues en el mundo online el concepto es el mismo. Solo que en este caso hablamos de “visitas” o “tráfico web”.
¿Cómo se pueden conseguir esas visitas?
Las dos formas más importantes son:
- Publicidad (en redes sociales y Google).
- Contenidos (artículos, podcast, vídeos en YouTube, etc.).
Aunque ambas son muy útiles, e incluso lo más recomendable es combinarlas, existen importantes diferencias entre ellas:
- Inversión: por supuesto, la publicidad de cualquier tipo implica invertir dinero, mientras que con los contenidos lo que inviertes es tu tiempo.
- Inmediatez: la creación de contenidos orgánicos tarda tiempo en dar frutos, mientras que la publicidad es inmediata.
- Generación de confianza: al crear contenidos estás “regalando” parte de tus conocimientos. Demuestras que eres un especialista en tu tema y atraes a un público interesado en lo que explicas.
- Estabilidad: con la publicidad, cuando dejas de pagar dejas de recibir tráfico. En cambio, las visitas que consigues con los contenidos crecen de manera exponencial.
La publicidad puede ser interesante si cuentas con cierto capital y quieres crecer más rápido. Sin embargo, a la larga lo que te va a permitir generar una comunidad más fuerte, un público fiel que confía en ti y que conecta con tus valores, son tus contenidos.
Y cuanto más confíen en ti, más proclives serán a comprarte, a contratar tus servicios, tus productos, a comprar lo que les recomiendes, etc.
Ya conoces algunas de las formas más interesantes para ganar dinero por Internet
Como ves, las opciones son infinitas.
Sin embargo, en este artículo solo te he dado algunas breves pinceladas de cada uno de estos modelos de negocio. Si hay alguno que te haya parecido interesante, te animo a que profundices en él y decidas si es el que más se adecúa a tus objetivos.
Por otro lado, me gustaría que compartieras en los comentarios tus impresiones sobre este artículo. Así sabré si este tipo de contenidos son interesantes para ti y si te gustaría que hablase sobre estos temas en el futuro.