El presidente argentino, Mauricio Macri, reunió a su tropa en el Centro Cultural Kirchner (CCK) para una arenga motivacional tras la derrota en las elecciones primarias del domingo pasado ante Alberto Fernández, el candidato del opositor Frente de Todos que obtuvo el 47,6% de los votos.

“Este es el único país del mundo donde el sistema institucional transforma una elección interna en un presidente virtual. Pero acá está el presidente real, que soy yo, y voy a tomar decisiones”, dijo Macri, que afronta una turbulencia financiera desde el lunes, cuando devaluó el peso, escaló el dólar y se desplomó la bolsa.

Ayer, con los mercados más aliviados tras una conversación telefónica entre Macri y Alberto Fernández, el Presidente se mostró optimista y capaz de revertir el resultado electoral del 11 de agosto.

“Vamos a ganar, vamos a dar la pelea” dijo Macri. Lo escuchaba una multitud de funcionarios que llenaron el CCK. Y añadió: “He tenido muchas adversidades, me ha costado. Pero lo lindo es vencerlas”.

“En estos 72 días van a ver a Cambiemos (oficialismo) en la calle, en los barrios, en todos lados buscando a la gente para salir adelante con el cambio”, manifestó la ministra de Seguridad del país, Patricia Bullrich junto a Macri.

Mientras el Jefe de Estado tomaba nuevo impulso, agrupaciones sociales se movilizaban ayer en el centro porteño para reclamar al gobierno el envío de alimentos a sus comedores.

La crisis económica hace estragos y con esta nueva devaluación los ya bajos ingresos de los programas sociales y salarios perdieron el 20% en solo 48 horas, señala la lideresa social Soledad Urrutia.

“Pedimos trabajo, reactivación de la obra pública, no al corte de gas y asistencia inmediata a miles de familias. Hemos realizado marchas, cortes, conferencias de prensa y el gobierno sigue sin responder. La estrategia de ellos es ningunear los reclamos y desconocer la situación de pobreza y miseria que viven las familias”, mencionó Urrutia. (I)