“Tiene más valor esta final que la del año pasado, eliminamos a equipos muy buenos”

Era un niño del Rayo al que le gustaba correr la banda como un loco. En el equipo de su vida, Jorge Andújar, más conocido como Coke, fue subiendo y subiendo hasta subir a lo máximo, a Primera, donde no pudo jugar de franjirojo. Le llamó el Sevilla y no se lo pensó. Quería jugar partidos como los de hoy, una final de la Europa League, como los del año pasado, otra final de la Europa League. Quién le iba a decir hace un tiempo, cuando sólo recibía críticas, que iba a ser uno de los líderes de unos hispalenses que buscan volver a reinar en el continente. Antes de luchar por ello en Varsovia, atiende a El Confidencial.

Pregunta: ¿Cómo está un chico de Vallecas en Sevilla?

Respuesta: Ahora estoy muy bien. La verdad es que en la aclimatación hubo tiempos difíciles porque el equipo no estaba cumpliendo los objetivos y personalmente creo que mi inicio no fue tampoco bueno del todo. Al final creo que he ido creciendo a la par del equipo. Cuatro años sirven como experiencia para conocer la forma de trabajar y conocer al entrenador.

P: ¿Echa de menos la vida tranquila del Rayo?

R: Vine a un club mucho más grande, donde hay el doble o el triple de personas para todo. La afición también te reconoce por la calle en todas partes. El trato aquí es muy cercano, pero no llega al trato familiar que había en el Rayo, más para mí que estuve toda la vida allí. Nos conocíamos todos muy bien. No sé si lo echo de menos, pero sí que lo recuerdo con mucho cariño. Y aunque el Sevilla sea más grande, aquí la gente tiene claro que el mejor funcionamiento global hace que tengamos mejores resultados.

P: El Rayo casi se mete en Europa, ¿qué le parece el trabajo de Jémez?

R: Ha hecho un año impresionante. Su objetivo primero siempre es salvarse dada la situación del club, aunque ahora esté mucho mejor. Al final, se tiene que nutrir todos los años de descartes, de fichajes de última hora, de cesiones… y luego toca esperar que toda esa gente tenga un gran año sin aclimatación, sin tiempo de hacerse a la ciudad, al equipo, a lo que quiere el entrenador. Paco está haciendo un trabajo enorme porque lo está consiguiendo y encima holgadamente.

P: Para días como el de hoy se fue al Sevilla, ¿no?

R: Uno siempre quiere crecer. Yo me fui cuando ascendimos a Primera. Mi primer partido con el Rayo fue en Segunda B y mi sueño era jugar con el Rayo en Primera, pero cuando se dan opciones como ésta, que no sabes si se van a volver a repetir, uno lo único que piensa es en irse al Sevilla, donde puedo vivir temporadas como la que tuvimos el año pasado y la que estamos teniendo en esta. Jugar una final es lo más bonito: la ilusión de estos días, las ganas que tenemos, el vivir todo de forma especial. Cuando nos retiremos y seamos mayores recordaremos esto y será imborrable.

P: ¿Sigue emocionando una final o ya después de ganar la primera no es tan especial?

R: En mi caso, le doy muchísimo más valor a ésta que a la del año pasado. En 2014 hicimos una grandísima temporada y que nos plantásemos en la final era impensable y más que la ganásemos. Pero este año para ningún equipo éramos una sorpresa. Ya demostramos el año pasado de lo que éramos capaces, contra rivales fuertes y si cabe este año el grupo fue algo superior, y luego, en las eliminatorias, cuando veíamos el bombo y pensábamos cuál podía ser el más difícil, nos tocaba. Y el equipo lo ha superado bien, menos contra el Zenit, los demás han sido resultados incluso abultados, pero la entidad de los equipos era muy importante.

Puerta, Palop, M’Bia… No sé qué tiene el Sevilla con la Europa League, son ciertas energías

P: ¿Qué tiene la Europa League que emocione tanto al sevillismo?

R: No sé cómo se explica. No sé qué hay por ahí, si son ciertas energías… Cuando nos clasificamos a la Europa League de rebote porque el Málaga y el Rayo tenían problemas, a todo el mundo le hizo mucha ilusión. Ya en la primera eliminatoria contra la Podgorica lo vivimos como si fuera una oportunidad de oro, aunque la verdad es que el rival era débil y ganamos bien, sobre todo allí. Pero le pusimos muchísima ilusión, igual que la afición. Y luego, estas cosas el fútbol te las acaba devolviendo de alguna manera, porque si no, no se explican esos momentos que ha vivido este equipo con esta copa, como el gol de Palop, el de Puerta, el de M’Bia… Son hechos muy especiales.

P: ¿En algún momento pensasteis que erais cuartos el sábado?

R: Sí, no le voy a engañar. Empezamos el partido pensando que íbamos a ir a la Champions porque nosotros ganaríamos y también lo haría el Almería, que lo necesitaba. Después de los tres goles seguidos en la segunda parte, no paraba de preguntar al banquillo cómo iba el Valencia. Íbamos cuartos, pero al final marcaron. Tratamos de hacer el máximo, pero también tiene mucho mérito el trabajo del Valencia.

P: Mejor ganar la Europa League y evitarse la ronda previa.

R: Sí, porque la cantidad de equipos que caen en esa fase es enorme. No habría mejor manera de entrar que hacerlo directamente ganando una Europa League.

P: ¿Hace ilusión jugar la Champions?

R: Sí, por supuesto. Todo el mundo quiere escuchar esa música y después salir a correr para jugar. Ojalá sea así.

P: ¿Qué parte de culpa tiene de todo esto Emery?

R: Es el principal culpable. Ha hecho un equipo muy competitivo desde que llegó y ha ido cambiando la idea de juego, pero nunca el espíritu ni su forma de enfocar los partidos, a los que le da a todos los partidos la misma importancia. Por ejemplo, tenemos hoy la final, pero lo dimos todo contra el Málaga. Y al final, del Dnipro no hemos visto nada hasta el lunes.

P: ¿Es cierto que os hace preguntas sobre los largos vídeos que os pone?

R: Los vídeos no son tan largos, lo que pasa es que se enrolla mucho algunas veces [risas]. Pero eso tiene un trabajo enorme. Hace participar a la gente para que esté metida. Todo eso en el campo se nota: yo por ejemplo sé cuál es la jugada típica del contrario, por donde me va a atacar.

P: Pues si Emery le elige, le toca defender a Konoplyanka, que es el bueno del Dnipro.

R: Es su referencia, el que le da pausa al equipo. Es capaz de dar el último pase, y si me toca, deberé estar muy encima de él para que no haga nada, y luego, cuando tengamos el balón, que defienda, que seguro que no le gustará tanto.

P: ¿Conocía a alguien del Dnipro antes de empezar el año?

R: No, y hasta hace nada no había visto ningún partido suyo.

¿Y qué les ha contado Emery del Dnipro?

R: Nos ha contado mucho y nos ha puesto muchos vídeos [risas]. Claro que cuando sabes que te toca el Dnipro te intentas informar un poco. Pero aunque no sean conocidos, están en una final y ellos tienen el mismo mérito que nosotros de estar ahí. En un partido pueden suceder un millón de cosas y las tenemos que controlar. Sí que creo que si el Sevilla está bien, tiene más opciones de llevarse la Copa.

Konoplyanka controla un balón ante Inler y David López en la vuelta de semifinales contra el Napoli (EFE).

P: ¿Cómo es Emery en el trato cercano?

R: Como persona tampoco lo conozco mucho, sólo como entrenador. En el día a día tiene que ser igual de exigente con su grupo de trabajo y con él mismo como lo es con nosotros. Es una persona de fútbol que ha acabado haciendo lo que le gustaba, que es entrenar. Cuando se retiró, empezó a entrenar, a entrenar y entrenar. Ve vídeos todo el día, y no para.

P: ¿Habla alguna vez de algo que no sea fútbol?

R: Se puede hablar de muchas cosas con él, pero al final el tema hacia el que deriva la conversación es el fútbol.

P: ¿Es muy distinto preparar una final que un partido de Liga cualquiera?

R: Desde el punto de vista de preparación y entrenamientos, sí. Nos hemos ido a Marbella a preparar el partido, para hacer piña todos juntos. Los entrenamientos se hacen de cara al partido, para trabajar sus virtudes y sacar las nuestras. Todos los empleados, jugadores y aficionados, desde que acabó el partido contra el Málaga, tenemos esa sensación especial, son momentos que vamos a recordar durante mucho tiempo.

Desde que acabó el partido contra el Málaga, tenemos esa sensación especial de una final

P: ¿Ha estado antes en Varsovia?

R: No, no he estado nunca.

P: ¿Y ha visto el estadio aunque sea en fotos?

R: Sí, es precioso. Creo que lo inauguró el Sevilla en un partido amistoso al que no pude ir porque me lesioné antes. Me han dicho que por dentro es espectacular, que tiene una pinta impresionante.

P: Tiene techo retráctil, ¿eso tiene algún sentido?

R: Imagino que es útil para países en los que haya un clima más duro, donde nieve y llueva mucho. En España tendría mucho menos sentido que en Rusia o algún país así. Supongo que se hace para cuidar el césped y para los aficionados. Porque a nosotros los jugadores, si llueve no molesta.

P: No ha estado en Varsovia, ¿ha donde suele ir de vacaciones?

R: Me gusta mucho España. Siempre que puedo me escapo a Cádiz, a Zahara de los Atunes, Conil… me encantan las playas de esos pueblos. A veces me voy a ciudades europeas. Luego voy cambiando los planes ya más largos.

P: ¿Los hace más con compañeros o con la familia?

R: Hay que repartir el mes. Decimos que las vacaciones son para descansar, pero al final no descansa ni Dios. Al vivir lejos de la familia, tengo que guardar días para ir con ellos. Y también con compañeros con los que tengo una relación más íntima. Lo hago según vaya cuadrando para visitar a gente, para que te visiten…

Habrá gente a la que le guste y gente a la que no le guste, no leo mucha prensa, puede despistar

P: ¿Y qué suele hacer en el tiempo libre durante la temporada?

R: Muchas cosas, la verdad. Cuando jugamos partidos entresemana se pasa volando el tiempo. Me gusta mucho el centro de Sevilla y suelo ir a pasear con amigos. Voy a teatro y conciertos con mi novia cada vez que puedo.

P: Al principio de su etapa en el Sevilla, se le criticó y usted se molestó. ¿Está ahora todo más calmado?

R: Habrá gente a la que le guste y gente a la que no le guste. No está dentro de mis capacidades todo eso. Hago todo lo que puedo según lo que me diga el entrenador para ayudar al equipo. Si le digo la verdad, no leo mucha prensa. Porque yo me entero de lo que pasa en el vestuario, y si hay fichajes, los voy a ver cuando lleguen. Es algo sobre lo que no me paro a pensar, porque te puede despistar. Es algo por lo que se puede sufrir, sobre todo a mí, que me costó aclimatarme en mi primera temporada y no estaba jugando como podía.

P: ¿Le hacían dudar esos comentarios?

R: Es que parece que lo que no está en prensa no existe o no sucede. Los medios de comunicación son creadores de opinión, no malintencionados, pero cualquiera escribe una crónica (aunque no sepa de fútbol) y ya crea opinión.

P: Uno de los rumores fue que pudo salir en verano, ¿es cierto?

R: Hubo la opción de ir al Olympique de Marsella. Pero después de lo que habíamos vivido durante todo el año, con la Europa League inclusive, fue muy bonito. Y vi que era un gran proyecto. Vi una evolución en mí y en el equipo. Estoy a gusto en la ciudad, con mis compañeros y con lo que estoy haciendo, por lo que no había por qué cambiar de aires.

P: Hace algo distinto por ser uno de los capitanes?

R: No, creo que sigo siendo el mismo. Me gusta hablar dentro del campo y en el vestuario, no sé si para liberar tensión. Soy muy positivo e intento ayudar a mis compañeros y animarles.

P: ¿Quién es el que da las voces dentro del vestuario?

R: Hay alguno que las da, sí. Pero siempre hemos tenido la virtud de cuando ha habido algún problema, resolverlo entre nosotros. Creo que hay gente joven y muy noble, con muchas ganas. Nadie intenta pisar a nadie y somos francos. Recuerdo que el año pasado empezamos muy mal, en la quinta jornada íbamos últimos. Esa situación había que revertirla y había que trabajar para que volviesen los resultados.

P: ¿Se echa en falta a Rakitic?

R: Claro. Con los mismos que hay ahora también lo traería, porque da muchas opciones que mejoran cualquier equipo. El año pasado tuvo su mejor momento en el Sevilla y es normal que lo fichara el Barça. Eso sí, la gente que ha venido está rindiendo. Por ejmplo, Banega, está dando una lección de fútbol en cada partido y Krychowiak también lo está haciendo muy bien. Pero Rakitic sería útil en cualquier equipo.

P: Banega se atascó en su carrera, pero llegó al Sevilla y se está saliendo.

R: En el Valencia lo ponían en el doble pivote y ahí le cuesta porque no es de los que pelean como bestias, lo que sí hacen M’Bia y Krychowiak. Pero en la mediapunta no le roban un balón, da igual cuantos le encimen que lo protege muy bien y hace jugar mucho a los demás.

P: ¿Es verdad que pesa tanto la Copa de la UEFA?

R: El año pasado estaba tan contento que ni me acuerdo de lo que pesaba o dejaba de pesar. A mí no me pesaba nada, la verdad.

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