Sergio Ramos, de ojito derecho de Florentino Pérez a suponer un problema

‘Te quiero te odio’ es el título -quizás uno de los más llamativos- de uno de los múltiples libros que aborda la complejidad de las relaciones humanas. En un entorno de trabajo tan particular como el del Real Madrid es normal lidiar con situaciones atípicas, aunque llama la atención la de estos días de sequía futbolística sobre el césped: Sergio Ramos, primera apuesta nacional de Florentino Pérez como presidente blanco y una persona que era de su confianza, se ha convertido en un asunto ‘turbio’ para el club con un tira y afloja que este miércoles tuvo su último episodio con la visita del futbolista a José Ángel Sánchez, director general del club.

“Es verdad que han existido diferencias con el presidente pero no han sido por un tema económico. Le tengo respeto y cariño. Siempre he tenido una relación estupenda. Si por mí fuera me retiraba aquí. No me olvido de quién me trajo”, comentó en diciembre de 2013 tras un partido en el que regaló su camiseta a Florentino Pérez. Por aquel entonces, las grietas entre esa relación -como reconocía el propio jugador- eran evidentes aunque insuficientes para que ningún aficionado merengue se pudiera preocupar… la sangre no iba a llegar al río (y tener consecuencias en la carrera de Ramos dentro del Madrid). Ahora, el escenario es diferente.

Presentación de un libro sobre Ramos en 2012.

Hace 10 años supuso el único fichaje español de Florentino en su primera etapa como máximo mandatario blanco. El exsevillista le ayudó a que la afición no añorara el ‘4’ de Fernando Hierro. Carácter, bien por alto, rápido, seguro… Sergio Ramos cayó de pie desde el principio y pronto se consideró que la inversión de realizada de 27 millones había resultado un éxito. Una década después es indiscutible que el negocio ha sido redondo para ambas partes. Su progresión en el césped estuvo acompañada en la nómina, comenzando con 1 millón anual para llegar a los 6,5 de la actualidad. Para ascender al siguiente peldaño salarial deben encontrar el equilibrio que actualmente es inexistente y que podría enviar a Ramos a ese peldaño más alto… pero de otra escalera (en el extranjero).

Fricción en Mourinho, Doctor Olmo, Ancelotti…

¿En qué momento se torció la relación? Quitando la tensión que pudiera generar en cada negociación para la ampliación del contrato, el punto de inflexión llegó con la fractura del equipo que generó José Mourinho. Sergio Ramos no opinaba lo mismo que su extécnico y, por extensión, que la cúpula directiva… a la que, por cierto, se puede interpretar que mandó un dardo envenenado cuando ésta decidió despedir a Carlo Ancelotti: “Mi decisión no hubiese sido similar, pero para eso están los altos cargos, que son los que más saben de esto”, indicó Ramos. Este fue el último desencuentro de otros que hubo entre medias, como el de elegir como médico personal a Pedro Chueca, doctor que había sido despedido por el médico del club, el Doctor Olmo.

“De Camas a la Castellana. Su trayectoria como profesional comenzó hace diez años y si él quisiera podría seguir otros diez años más al máximo nivel. El Real Madrid se ha convertido en su casa. Y, sin duda, ahora, acompañado por ese corazón enorme que posee, tiene motivos más que sobrados para celebrar con los suyos que un buen número de sus grandes sueños han sido cumplidos. Aunque, como él sabe perfectamente, en este club nunca ninguna victoria es suficiente. Para Sergio, el mejor defensa del mundo, esto no ha hecho más que empezar”, escribía hace un año Florentino Pérez en el diario Marca para celebrar la década de Ramos en el fútbol profesional. Por aquel entonces sacaba pecho de haber fichado a un joven de 19 años y de que muchos le dijeron que era una locura, “bendita locura”, respondió. El título del libro mencionado al principio -‘Te quiero te odio’- bien podría ser el de esta historia de verano.

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