El exsecretario general de la Unasur y expresidente de Colombia Ernesto Samper considera un «error histórico» permitir que desaparezca este organismo regional porque debilitará a los países que lo componen «cuando más falta hace plantar cara a las amenazas que acechan a la región y al mundo desde que el disparatado Donald trump preside los EEUU». Así se expresa Samper en un artículo publicado hoy en Firmas de EFE, en el que recuerda que desde que él dejó su responsabilidad al frente de la Secretaría General de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), hace un año, «los países miembros no se han puesto de acuerdo» sobre quién debe sustituirle. Advierte de que si bien Unasur nació por consenso, se da la paradoja de que esta norma puede hoy ser utilizada para liquidar al organismo después de que varios de sus miembros (Colombia, Perú, Chile, Brasil, Paraguay y Argentina), el llamado Grupo Lima, hayan decidido retirarse. «Si lo que pretenden es desmontar por la puerta de atrás el patrimonio institucional de la Unasur, construido tras una década de integración, estaríamos hablando de lo que el excanciller brasileño Celso Amorim ha calificado de suicidio», matiza el expresidente colombiano. El fin de la Unasur supondría «dar la espalda a la unidad regional cuando nos enfrentamos a la agresiva política del alocado presidente de Estados Unidos; una política extremadamente peligrosa no ya para nuestra región, sino, como comprobamos con alarma un día tras otro, para el universo mundo», agrega. Samper recuerda que «el hacha de guerra de Trump contempla la expulsión de aquellos migrantes latinos que viven desde hace años en EEUU; la construcción de muros divisorios en la frontera con México; el incumplimiento en materia de medio ambiente que, debido al calentamiento global, aumentará el riesgo de desastres naturales en el Caribe; el incremento de aranceles a productos claves de nuestras exportaciones; o el cuestionamiento de los acuerdos de paz en Colombia». También habla de la peligrosa obsesión de Trump por acabar con el legado de Barack Obama, que incluye «revertir el proceso de normalización con Cuba y retirarse del acuerdo nuclear con Irán». Tras hacer una exposición de los logros obtenidos por la Unasur, en materia de seguridad, desarrollo o reducción de pobreza, Samper insiste en que «bajar la guardia ante lo conseguido estos años, convirtiendo lo que hoy es un espacio de integración en campo de disputa, sería, además de imperdonable, un serio error histórico».

El exsecretario general de la Unasur y expresidente de Colombia Ernesto Samper considera un «error histórico» permitir que desaparezca este organismo regional porque debilitará a los países que lo componen «cuando más falta hace plantar cara a las amenazas que acechan a la región y al mundo desde que el disparatado Donald trump preside los EEUU».

Así se expresa Samper en un artículo publicado hoy en Firmas de EFE, en el que recuerda que desde que él dejó su responsabilidad al frente de la Secretaría General de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), hace un año, «los países miembros no se han puesto de acuerdo» sobre quién debe sustituirle.

Advierte de que si bien Unasur nació por consenso, se da la paradoja de que esta norma puede hoy ser utilizada para liquidar al organismo después de que varios de sus miembros (Colombia, Perú, Chile, Brasil, Paraguay y Argentina), el llamado Grupo Lima, hayan decidido retirarse.

«Si lo que pretenden es desmontar por la puerta de atrás el patrimonio institucional de la Unasur, construido tras una década de integración, estaríamos hablando de lo que el excanciller brasileño Celso Amorim ha calificado de suicidio», matiza el expresidente colombiano.

El fin de la Unasur supondría «dar la espalda a la unidad regional cuando nos enfrentamos a la agresiva política del alocado presidente de Estados Unidos; una política extremadamente peligrosa no ya para nuestra región, sino, como comprobamos con alarma un día tras otro, para el universo mundo», agrega.

Samper recuerda que «el hacha de guerra de Trump contempla la expulsión de aquellos migrantes latinos que viven desde hace años en EEUU; la construcción de muros divisorios en la frontera con México; el incumplimiento en materia de medio ambiente que, debido al calentamiento global, aumentará el riesgo de desastres naturales en el Caribe; el incremento de aranceles a productos claves de nuestras exportaciones; o el cuestionamiento de los acuerdos de paz en Colombia».

También habla de la peligrosa obsesión de Trump por acabar con el legado de Barack Obama, que incluye «revertir el proceso de normalización con Cuba y retirarse del acuerdo nuclear con Irán».

Tras hacer una exposición de los logros obtenidos por la Unasur, en materia de seguridad, desarrollo o reducción de pobreza, Samper insiste en que «bajar la guardia ante lo conseguido estos años, convirtiendo lo que hoy es un espacio de integración en campo de disputa, sería, además de imperdonable, un serio error histórico».