Matías Biscay busca ratificar su invicto al mando de River Plate

Como ante Tigres en la segunda final de 2015, como en la vuelta ante Racing, como en la semifinal de revancha ante Gremio… Matías Biscay será quien encabece el cuerpo técnico de River Plate en las finales de la Copa Libertadores ante Boca Juniors.

Marcelo Gallardo, el estratega principal del club, fue sancionado con cuatro fechas de suspensión (en la “Bombonera” ni siquiera lo dejarán entrar al estadio) y por eso su ayudante de campo lo reemplazará en el banco.

Biscay es íntimo amigo de Gallardo y su hombre de mayor confianza en el nutrido cuerpo técnico del club del barrio de Núñez.

Con 13 años de relación profesional, Biscay acompaña a Gallardo desde su inicio como entrenador, en el Nacional uruguayo, y al igual que lo hará ante Boca, ocupó el lugar del “Muñeco” en la vuelta de la final de la Copa Libertadores de 2015, cuando River goleó por 3-0 al Tigres mexicano y alzó por tercera vez el máximo trofeo del fútbol continental de clubes tras una espera que duró 19 años.

Como futbolista, Biscay surgió en las divisiones inferiores de River Plate y luego de su debut como profesional en 1995 solo disputó siete partidos con la banda roja en el pecho, aunque integró la plantilla que al año siguiente logró el segundo título del club en la Copa Libertadores.

Luego de un paso fugaz por Huracán, donde estuvo hasta 1998, la corta carrera del asistente de Gallardo -hijo del exárbitro argentino Juan CarlosBiscay– incluyó una temporada en el Lugano suizo y dos en el Compostela español antes de colgar las botas cuando tenía 27 años.

Biscay, ahora de 44 años, siempre ha sido amante de la táctica futbolística y hace un culto del perfil bajo. En la final frente a Boca sumará dos encuentros más a los seis en los que ha reemplazado al “Muñeco” Gallardo en los últimos tres años.

Al frente del conjunto “millonario”, Biscay está invicto con una marca de cuatro triunfos (3-0 a Tigres en la Libertadores 2015, 2-0 a Rafaela en el Campeonato 2016, 3-0 a Racing en la Superliga 2018 y 2-1 a Gremio en la Libertadores 2018) y dos empates (1-1 con el Juan Áurich peruano y 2-2 frente a Tigres, ambos por la Copa Libertadores de 2015).

El exmediocampista le sacó más de una cana verde a su padre Juan Carlos (exréferi) cuando le pegó a un juez en un amistoso juvenil en Colombia y le dieron dos años de suspensión. También como marcador central, una tarde la picó en un penal de un superclásico de reserva, un penal que terminó en gol. Ahí, desde joven, le picó el bichito de la táctica y la estrategia. Ahí, o en realidad allá a lo lejos, conoció al “Muñeco” en las Inferiores de River y se hicieron íntimos amigos.

“Nos conocemos desde los 13 años y se dio una relación casi de hermandad, la misma que tenemos con Hernán Buján”, reveló Gallardo.

Una relación que no conoció de quiebres. De hecho, cuando el antiguo “10” regresó del exterior para retirarse en River, Matías lo acompañaba a la mayoría de los entrenamientos. Por eso, no fue casualidad que cuando el “Muñeco” empezó a dirigir en Nacional de Montevideo, su ayudante fuera Biscay.

Cada decisión que Gallardo toma durante los partidos la consulta con su principal ayudante. Es más, la leyenda cuenta que Matías fue quien le aconsejó a Marcelo poner a Pezzella de 9 en aquel superclásico pasado por agua que, por si alguien se olvidó, terminó con el gol del ahora jugador de la Fiorentina para ese 1-1 ante Boca Juniors. (I)