Líderes europeos desean un segundo referéndum

Los partidarios de un segundo referéndum sobre el Brexit recibieron ayer un inesperado apoyo de dos dirigentes europeos que abogaron en la radio británica a favor de una nueva consulta con la esperanza de un cambio de opinión.

El primer ministro de Malta, Joseph Muscat, llegó incluso a decir, en una entrevista con la BBC, que existe el respaldo “casi unánime” de los dirigentes de los países de la Unión Europea (UE) a la organización de ese nuevo referéndum, tras el celebrado en junio de 2016 en el que el 52% de los votantes se declaró a favor de que Reino Unido saliera de la UE.

También, el primer ministro de la República Checa, Andrej Babis, expresó este deseo en declaraciones a la BBC. No obstante, Theresa May, primera ministra británica, rechazó de nuevo categóricamente esta posibilidad.

Sin embargo, una buena parte de la sociedad civil británica y algunas personalidades de la oposición reclaman que se organice la segunda consulta, asegurando que en 2016 los votantes no disponían de toda la información sobre las consecuencias del Brexit.

Reino Unido debe abandonar la UE el 29 de marzo de 2019. A menos de seis meses las negociaciones de salida entre Londres y Bruselas no logran un resultado.

La reunión de May y Tusk

Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, y Theresa May, primera ministra británica, concluyeron un encuentro informal de dos días. La cita era para aclarar aspectos fundamentales, como el control del ingreso de inmigrantes y las negociaciones sobre el Brexit.

No obstante, al terminar el encuentro los líderes se pidieron mutuamente hacer concesiones para alejar la amenaza de una salida sin acuerdo, de consecuencias potencialmente caóticas.

Tusk consideró inviable la propuesta de May, sobre la creación de una frontera aduanera de facto entre la provincia norirlandesa y el resto del país. La primera ministra británica, por su parte, afirmó que presentará nuevas propuestas “en breve” con el fin de desbloquear el retiro.

Tanto May como Tusk están desesperados por resolver el enigma más grande del Brexit: cómo mantener el movimiento libre de los bienes entre Irlanda del Norte en el Reino Unido y el estado miembro de la Unión Europea, Irlanda.

La importancia de Irlanda

El problema aparentemente insoluble consiste en conciliar la premisa de que no haya una frontera física que impida la libre circulación entre la República de Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte con el hecho de que la primera seguirá en el mercado único y la provincia Ulster saldrá del espacio europeo con el resto de Gran Bretaña.

Para los católicos de Irlanda del Norte y la mayoría de sus habitantes que votó masivamente para quedarse en la UE, la idea de una frontera con controles con el resto de la isla es impensable.

La Comisión Europea (CE) propone entonces que haya un control de salvaguardia entre el Ulster y el resto del Reino Unido, lo que para la opinión pública británica (conservadora) es sencillamente inaceptable. La situación se podría resolver fácilmente cuanto mayor integración económica acepte Londres, pero eso irritaría a los partidarios del Brexit más radicales.

En lo que se refiere a la migración se abordará la propuesta de la CE de reforzar con 10 mil policías la Guardia Europea de Fronteras y Costas, también se tratará el necesario aumento de cooperación de países terceros, en particular de Egipto en lo que respecta a migración.

Los líderes admitieron que hay elementos que dificultan cerrar el acuerdo de retirada. (I)