Brasil respalda la alianza entre Boeing-Embrae

La fusión entre el fabricante brasileño de aviones Embraer y el gigante estadounidense Boeing quedó ayer a un paso de su ejecución, luego de que el presidente Jair Bolsonaro aseguró que no vetará el acuerdo negociado en el último año.

Tras considerar “preservados” los intereses de la nación, el mandatario brasileño avaló la asociación que aún debe ser votada por los accionistas privados de Embraer.

Bolsonaro, que asumió el cargo el pasado 1 de enero, se reunió con los representantes del gabinete para analizar esta asociación valorada en $ 5.260 millones, y decidió darle luz verde, informó la oficina de prensa del Palacio de Planalto.

La alianza requiere el aval del Gobierno de Brasil, pues ostenta una “acción dorada” con derecho al veto que se guardó cuando en 1994 privatizó Embraer, que hoy es el tercer mayor fabricante de aviones del mundo y líder en el segmento de aeronaves para vuelos regionales.

El detalle de la operación consiste en que Boeing participará con el 80% en una joint-venture con Embraer, que acumulará el 20% restante. Los términos de la colaboración prevén, comunicaron las empresas, que Embraer venda el 80% de su división de aviones comerciales, la más rentable, por $ 4.200 millones a Boeing.

No obstante, no esperan que este acuerdo reporte resultados positivos en términos de beneficios hasta 2021.

Aun así, las sinergias derivadas de esta operación están estimadas en $ 150 millones para el tercer año.

Boeing controlará de esa forma la nueva compañía, que estará supervisada por el presidente del consejo de administración de Boeing, Dennis Muilenburg, si bien Embraer podrá bloquear decisiones como “el traslado de la actividad a otro país”.

Una cosa es nueva: el Gobierno agregó en un comunicado que las dos compañías “mantendrían los puestos de trabajo actuales en Brasil (16.000 empleados)”.

Esta medida apaciguaría a los trabajadores y políticos de los sindicatos que expresaron su preocupación de que, si se lograba el acuerdo, Boeing intentará recortar puestos de trabajo.

“Boeing y Embraer se conocen bien ya que colaboran hace más de dos décadas, y el respeto que nos tenemos aumentó desde que anunciamos estas negociaciones”, expresó Muilenburg, presidente ejecutivo y consejero de Boeing.

“Esta alianza reforzará a ambas compañías en el mercado global y está totalmente alineada con nuestra estrategia de crecimiento sostenible a largo plazo”, comentó Paulo Cesar de Souza e Silva, presidente y consejero de Embraer.

La fusión y bloqueos judiciales

El convenio aún debe ser votado por los accionistas privados de Embraer en los próximos 30 días, pero ganar el respaldo del Gobierno de Brasil fue su mayor logro. Si es aprobado, las compañías tendrán que buscar la aceptación regulatoria en varios países.

No obstante, el acuerdo también enfrenta desafíos legales en Brasil. Los trabajadores y los políticos de izquierda obtuvieron órdenes judiciales que bloqueaban el pacto en diciembre, pero los mandamientos fueron revertidos rápidamente. Es decir, podría enfrentar futuras medidas cautelares, ya que los casos siguen pendientes.

La corrupción

Embraer, el tercer fabricante de aeronaves más grande del mundo, fue fundado como grupo estatal en 1969 antes de ser privatizado en 1994.

Actualmente tiene un volumen de negocios de $ 6.000 millones y se considera una de las joyas industriales de Brasil, con una gama de aviones civiles, militares y también jets de negocios.

No obstante, esta empresa ha estado vinculada a casos de corrupción. En diciembre el juez Marcelo Bretas, de la séptima sala criminal de Río de Janeiro, aceptó la denuncia de la Fiscalía de Brasil, que acusa a los exejecutivos de sobornar al coronel jubilado Carlos Piccini Núñez, que entonces se desempeñaba como director de proyectos especiales de la Fuerza Aérea Dominicana.

La justicia brasileña condenó a 10 exejecutivos de Embraer por pagar $ 3,5 millones en sobornos a un coronel de la Fuerza AéreaDominicana a cambio de favorecer a la compañía en una venta valorada en $ 92 millones.

El caso de la supuesta coima fue descubierto por el Departamento de Justicia de Estados Unidos. (I)